El Mundo al Instante
27 de febrero de 2017
Algunos dicen que es congruente, trabajador y honrado; yo creo que es populista, oportunista y más de lo mismo. Para otros, ha llegado su momento, él es quien gana con todos los problemas que vive el país y se alimenta de los errores del presidente Peña. Él es, Andrés Manuel López Obrador.
Cuando compitió contra Felipe Calderón, del PAN, Andrés Manuel estuvo a sólo .56 por ciento de los votos de ser presidente y hasta es posible que haya ganado la elección; ya con Peña se alejó a 5 puntos, pero hoy se le ve de nuevo muy cerca de la silla presidencial.
En días pasados una editorialista de El Universal publicó un artículo que tituló “algo muy grave a pasar” y recordó aquel pasaje de una novela de García Márquez: una madre amaneció con el presentimiento de algo muy grave iba a suceder, se lo dijo al hijo, el hijo a sus amigos, éstos a sus familiares y comenzaron las compras de pánico. Por la tarde todo el pueblo ya sabía que algo muy grave iba a pasar, a grado que un hombre cargó sus cosas en una carretera, quemó su casa y huyó, y tras él comenzó la fuga masiva.
Acertada comparación, algo similar estaría ocurriendo en México. Aunque las encuestas favorezcan a presuntos candidatos del PRI o del PAN, el sentir popular, e inclusive de muchísimos políticos y analistas, es que el próximo presidente sería Andrés Manuel. ¿Por qué? Quien sabe, pero la vox populi se inclina ya por él y, como el presentimiento de la madre, algo muy grave puede ocurrir.
En lo personal no me han gustado sus movimientos en el trapecio partidista: salió del PRI que porque aquel partido había abandonado las causas populares y fue cofundador del PRD –antes había perdido la elección en Tabasco- se cansó del PRD cuando éste se unió al Pacto por México, y fundó su propio partido, Morena, donde hoy es sota, caballo y rey.
Lleva más de diez años recorriendo México, llenando plazas, criticando a diestra y siniestra al gobierno de Enrique Peña, como antes lo hizo con Felipe Calderón, y muchas veces tiene razón, lo hemos escuchado hasta la saciedad y hasta podemos predecir sus discursos.
Como en México no la hacemos ni con el PAN ni con el PRI, y hoy somos el 42 de indecisos, esos que no sabemos por quién votar, es posible que inclinemos la balanza en favor del tabasqueño pero, al menos yo, esperaré a que me diga qué hará, cómo lo hará y con qué para corregir todo lo malo que señala. Hasta entonces no pienso cargar mi mudanza en una carreta y quemar mi casa.
Nota escrita por
Manuel Triay
"Algo grave va a pasar..."