Zapatero oficio que se resiste a morir.

05 de marzo de 2013

 Zapatero oficio que se resiste a morir.

Algunos apellidos nacieron debido a los oficios que realizaba la población, quienes eran reconocidos por eso, sin embargo en la actualidad muchos nos topamos con oficios que ya no es tan común escuchar de ellos, pero se resisten a morir un claro ejemplo es el reparador de zapatos o zapatero.

Anteriormente se enseñaba de padres a hijos, la técnica de la reparación del calzado, incluso la preparación de la cola, el pegamento que usaban, pero con la llegada de las industrias especializadas, ahora es más práctico comprarlo.

En la actualidad hay zapatos de diversos materiales, pero hace unas décadas, estaban hechos predominantemente de piel y como eran caros, valía la pena repararlos, recuerda Rubén Maya Rodríguez, zapatero con 20 años en el oficio.

"Estamos en la era del sintético, la mayoría de los zapatos son sintéticos y la gente se va a lo económico, hay gente que ya no repara el zapato porque le es más económico comprarlo" señaló.

Y como en todo, también en las reparaciones hay para diversos presupuestos comenta Manuel Escamilla Castillo con 71 años en el oficio, pues lo aprendió a los 9.

"Otros utilizan mucho plástico, yo no utilizo plástico, no me gusta trabajar plástico, pura piel trabajo yo" recalcó.

Para unos el ser zapatero es su manera de vivir, la que aprendieron y con la que tuvieron una manera de subsisitir, pero que no le dejo muchas comodidades, como refiere Don Manuel por su propia experiencia.

"El oficio no es malo, es bueno, pero lo que pasa es que no puede uno hacer dinero con ello, le da para vivir nada más, por eso mis hijos no lo aprendieron, no se los quise enseñar" indicó.

Por otro lado, Don Rubén asevera que el oficio no está pereciendo, pues debido a la economía mexicana, siempre habrá gente que necesite arreglar unos zapatos. Además le ha encontrado el modo a su trabajo, ya que para mantener a su familia hace diversas reparaciones.

"En lo personal yo tengo mucho trabajo, porque no nada más me dedico a reparar calzado, sino reparo maletas, mochilas, hago zapatos de jazz" comentó.

Que oficios como este no mueran, depende de las necesidades cambiantes de nuestra sociedad, pero lo que es un hecho es la pobreza del país y que es más barato pagar una reparación que un nuevo par de zapatos.

Anteriormente se enseñaba de padres a hijos, la técnica de la reparación del calzado.

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