TIZIMÍN: Descontentos entre vendedores establecidos y ambulantes.\r\n

La competencia desleal en la venta de ruda y artículos religiosos de vendedores ambulantes a las afueras de la iglesia de los tres reyes de Tizimín se descontroló de manera impresionante el 6 de enero.

Aunque las autoridades municipales y eclesiásticas han procurado evitar su proliferación, era inevitable que no ofrecieran sus productos más barato a los peregrinos, aprovechando las largas filas que hacían para venerar a las imágenes de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Los vendedores establecidos situados en los atrios del templo se vieron afectados lo que ocasionó molestias porque ellos pagan una cuota y los ambulantes no, según informaron les cobran dese 300 pesos a lo largo de la feria y es la misma iglesia que les abastece de velas y artículos religiosos, como rosarios, collares, y recuerdos de la visita al Santuario.

El párroco Ricardo Ruz Sacramento informó que los puestos autorizados son los que se encuentran alrededor de la iglesia, sin embargo pese a que personal de la iglesia insiste a los ambulantes no vender en la puerta del templo, ellos abarrotan a los peregrinos.

“Metimos la fila a la explanada porque en la calle se van alargando y entonces la gente empieza a cruzar calles y eso es un peligro, aquí nos hacen un favor, pasan los oficiales y los desalojan para que se formen, lo demás no es mi boleto”

Aunque agentes de la Policía Municipal han levantado en varias ocasiones a los vendedores ambulantes de sus sitios para reubicarlos, ellos vuelven a abarrotar el lugar ocupando las calles. Ruz Sacramento señaló que entorpecen el paso de los peregrinos que hacen fila para llegar a las imágenes de los tres reyes.

A pesar de solicitar permisos al Ayuntamiento les fue negado. La alcaldesa María del Rosario Díaz Góngora, advirtió:

“Se les negó el permiso diciéndoles que queríamos una Feria donde presentáramos una imagen lo más bonita posible del Centro Histórico, sin embargo el ambulantaje no lo podemos combatir, sobre todo en un día como hoy, que están aprovechando esta oportunidad, están allá, se les está pidiendo mucho respeto a toda la ciudadanía”

Los vendedores clandestinos dan los gajos de ruda desde $2.50, mientras que los establecidos desde 5 pesos, más caro. Pero sin importarles el exhorto de las autoridades, los ambulantes abordan a los peregrinos para ofrecerles sus productos, otros se fueron en el parque Juárez y a un costado del ex convento. El argumento que utilizan es que se buscan unos pesos extra aprovechando la feria.

Noticieros Cadena RASA, Fidel Dzib.