Piden mano dura contra “enganchadores”

El Ayuntamiento de Mérida debe actualizar y aplicar su reglamento y para poder controlar y castigar a los vendedores de excursiones, enganchadores de turistas y empujadores de restaurantes que a diario se encuentran en el Centro Histórico, dijo Jorge Bolio Escalante, presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán.

Comentó que el reglamento especifica que en zonas de la Plaza Grande y ciertas cuadras no deberían estar los vendedores ambulantes, sin embargo la realidad es otra.

“El ayuntamiento dice que a los comerciantes ambulantes fijos, semifijos y licitos no se les permite ejercer su actividad en una serie de cuadras bien delimitadas, en tre ellas la plaza principal y una o dos cuadras a la redonda”.

Ante esto, Bolio Escalante comentó que deberían redoblar esfuerzos para que tanto los inspectores del ayuntamiento como los policías municipales estén vigilando que se cumpla la disposición.

Pidió que se tipifique como delito la figura de “enganchadores” es decir  aquellos que se acercan a los turistas para llevarlos a ciertas tiendas a comprar a cambio de una comisión.

“Los enganchadores hubo hace poco el caso de un señor que lo llevaron a comprar unos sombreros de palma a 8 mil pesos, lo estafaron, cuando regresa a reclamar les dicen que ellos no venden ese producto”.

Estos empujadores de igual manera les indican a que restaurante visitar ya que de esta manera se ganan una cuota según el consumo, pero cuando el restaurante se niega a pagarles entonces se encargan de dejar mal el establecimiento argumentando que hay ratones y cucarachas.

El presidente de CETUR también habló de los vendedores de excursiones que engañas a los turistas al ofrecerles visitas a zonas arqueológicas ya que primero les solicitan el pago del servicio, les dicen que los verán al otra día a cierta hora en la Plaza Principal, sin embargo nunca regresan.

Recalcó que este tipo de personajes no hacen más que lastimar la imagen de la ciudad, por lo que el reglamento del Ayuntamiento debe modificarse para poder castigarlos.