Ladrones en Mulsay no respetan ni los templos

La Capilla de San Pablo Apóstol del Fraccionamiento Mulsay amaneció con la puerta trasera abierta y deteriorada. Unos antisociales golpearon la estructura hasta reventarla para poder ingresar y robar algunas pertenencias del templo religioso que se encuentra en la calle 17 con 12 diagonal, JL Gómez, como quiso ser identificado, fue el primero en llegar al recinto en la mañana y percatarse de la fechoría.

“Se llevaron bocinas, se llevaron un amplificador, una urna donde se mete la colecta y un ventilador”

El encargado de la capilla señaló que en menos de un año, habían intentado robar el templo en par de ocasiones, hasta que en el tercer intento, los ladrones lograron el cometido

“Ha habido muchos robos en el fraccionamiento, muchos en casa habitación. En esta oportunidad, nos tocó a nosotros”

Ante la denuncia del sacristán, hicimos un recorrido por la zona, pero muchos de los vecinos no se atrevieron a hablar por miedo a posibles retaliaciones. Incluso, la encargada de un tendejón, aseguró haber sido víctima en múltiples ocasiones

“La última vez que me robaron fue como hace un año. Atraparon al muchacho pero luego llegaron los demás y se lo llevaron”

Fernando Yergo tiene una cocina económica en plena avenida 12. El hombre vino de Tabasco para establecerse en Mérida, buscando un destino ajeno a la violencia. Y aunque no ha sido víctima de ninguna fechoría, le preocupa lo que ve a su alrededor.

“Se está contaminando, está viniendo mucha gente de afuera. Yo escucho a los vecinos y está llegando gente mala”

Algunos, aseguran que la casa habitación, es lo que más roban en el fraccionamiento de Mulsay. Lo mismo ocurre en otras zonas del poniente, como Juan Pablo Segundo y Yucalpetén.