Falta inclusión para discapacitados en las escuelas yucatecas
24 de enero de 2013
La educación es otro de las dificultades que los padres de familia de niños con Síndrome de Down tienen que afrontar cada día y a lo largo de su desarrollo, situación que se hace difícil al toparse con la realidad de que son pocas las escuelas que en verdad cumplen con la reglamentación que las obliga ser inclusivas y atender alumnos con alguna discapacidad.
Y es que aunque desde hace algunos años las instituciones de educación pública deben contar con su Unidad de Servicio y Apoyo a la Educación Regular Usaer, aún son muchas las que carecen de capacitación a sus profesores y pese a contar con la Unidad no aplican debidamente estrategias y planes de trabajo que contemplen la formación académica de niños con autismo, síndrome de down, déficit de atención o hiperactividad.
Angelina González Guerrero, representante del Centro de Inclusión e Intervención para Personas con Síndrome de Down y sus Familias Cedidown, enfatizó que ya se tiene una base legal que establece que todos las escuelas deben ser inclusivas y tener las puertas abiertas para educar a un niño con discapacidad.
Sin embargo, falta capacitación para la calidad y el desarrollo de técnicas que verdaderamente coadyuven a la integración de grupos de alumnos diversos.
En el caso del sector privado, la representante de Cedidown, señaló que en Yucatán de las cerca de 700 escuelas registradas ante la Secretaría de Educación apenas son 25 las que tienen programas inclusivos, cifra que representa un triste 5%, incluyendo las universidades.
La única institución de educación superior que tiene planes de trabajo inclusivos es la Universidad Marista, sentenció pro último Angelina González.
Falta capacitación para la calidad y el desarrollo de técnicas que verdaderamente coadyuven a la integración de grupos de alumnos diversos.