El Mundo al Instante

16 de enero de 2017

El Mundo al Instante

Doña Ivonne Ortega ya está en campaña, abierta y franca; su aspiración…, la candidatura a la responsabilidad política más alta del país: la Presidencia de la República.

De acuerdo con sus primeros movimientos la señora tiene un proyecto bastante elaborado, para bien o para mal, y todo hace suponer que dispone de un plan B, por si su partido, el PRI, no le abre las puertas: la candidatura independiente, el mismo camino que tomó otro priista, El Bronco, que la convertiría en La Bronca

En primera instancia aceptó el reto del presidente Peña Nieto quien preguntó a los mexicanos qué hubieran hecho en las condiciones económicas de México para no aumentar el precio de las gasolinas. Entre otras cosas la señora de Dzemul le respondió:

“Combatir la corrupción y la impunidad”, “enfrentar y castigar a los corruptos”, “menos gastos en eventos y ceremonias”. O sea, señor presidente, usted no está haciendo su trabajo. ¿Quiénes son los corruptos?, obviamente hace alusión a nuestras autoridades, A Peña Nieto y adláteres, todos provenientes de su propio partido, el PRI.

En otra incursión pública por redes sociales la ex gobernadora yucateca dice que hay una campaña negra en su contra, en la que se invierten dos millones de pesos, y se pregunta ¿fuego amigo?. O sea, sus propios compañeros se ocupan de desprestigiarla ¿y cómo sabe que una campaña de esa naturaliza cuesta dos millones de pesos?

Así, con estos sencillos ejemplos, podemos colegir que doña Ivonne no las trae todas consigo en su partido, que probablemente ya haya planteado ante la máxima autoridad, el Presidente, sus intenciones políticas y se haya dado con un palmo en las narices; quizá también ya haya medido que por los cauces ordinarios de la designación priista sus posibilidades sean nulas o mínimas y entonces está preparando su citado “plan B”.

Un análisis somero nos permitiría vislumbrar que la mejor posibilidad para la señora sería una elección abierta, no interna, en la que puedan participar todos los mexicanos que lo deseen, pues de esa forma privaría a Peña Nieto de su facultad, de hecho, de designar al candidato presidencial, y a su partido de ponerla a competir con verdaderos gallones cuyos méritos seguramente la superarían en lo político, económico y administrativo, por citar algunos de muchos.

Por qué elección abierta –lo más que ha permitido el PRI es una interna y perdió la Presidencia­- por sus posibilidades en ese terreno dado que es buena para conseguir votos ya que  es abierta, popular y trabajadora y, principalmente, porque fuera de Yucatán es muy poca conocida, saben o sabrán de ella sólo por lo que les diga u ofrezca, mas no por lo que ha hecho o por sus capacidades.

Nota escrita por

Manuel Triay

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"¿A que le tiras mexicano?"

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