El Mundo al Instante

09 de enero de 2017

El Mundo al Instante
Yo creo que de la situación política y económica que hoy vive México nadie se salva; menos, desde luego, nuestras autoridades que son las primeras responsables, y por mucho. Como diría el mismo Jesucristo: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Si los problemas económicos han llegado hasta donde los tenemos hoy es, simplemente, porque nuestro gobierno lo permitió, hablo de los tres niveles, pues tirios y troyanos pecaron de acción o de omisión, y porque nosotros, el pueblo elector y afectado, lo ha permitido también.
Si nos circunscribimos al reciente aumento de las gasolinas, de donde emana esa cascada de incrementos que hoy tiene a cientos de mexicanos en las calles protestado y aprovechando para generar el caos y la rapiña, no podemos decir que obedezcan a un problema generado por el presidente Enrique Peña Nieto.
El es responsable sí, y en grado superlativo, pero no el único. Lo son también sus antecesores Felipe Calderón y Vicente Fox, por citar sólo a los más recientes y de diferente plumaje, porque no supieron aprovechar los tiempos de bonanza ni manejar la industria petrolera que hoy, por falta de visión y oficio, está en quiebra.
A los presidentes de la República hay que sumarles a nuestros legisladores federales, a esos que nos representan en las decisiones más importante del país, a los azules y los tricolores, a los amarillos y los decolorados, todos han aportado un granito de arena en la debacle que hoy padecemos y, diría también que todos aunque suene injusto, se han llevado algo de lo que hoy carecemos.
El 29 de octubre del 2015 los diputados federales aprobaron una minuta que les envío el Senado que facultaba a la Secretaría de Hacienda a incrementar los precios de las gasolinas para recaudar lo equivalente al 1.5% del PIB, con 414 votos de los 498 presentes. ¿De qué se asustan, de qué se quejan?
Por tanto, no me suena escuchar hoy a ningún partido reclamando lo que ni el pinto ni el colorado han sabido manejar. El problema es de todos y aquí sí te incluyo y me incluyo porque lo hemos permitido, nos hemos dejado, somos conformistas, como sociedad salimos a deber, no asumimos nuestro papel. Nos han visto la cara y nos la siguen viendo y hasta parece que nos gusta.
¿Y si me preguntas qué hacer? La respuesta es dejar de consecuentar a nuestras autoridades, denunciar por las vías legales a los funcionarios que no cumplan o se roben nuestro dinero, dejar de votar por quien nos falle aunque tengamos que correr el riesgo con el que sigue.
¿La única solución para captar ingresos era esa cascada de aumentos?, ¿Y si de verdad les cobramos impuestos a todos los que no pagan? ¿Y si acabamos con los moches por la obra pública? ¿Y si agarramos a ex gobernadores y ex funcionarios y recuperamos los miles de miles de millones que se han llevado? ¿Y si empoderemos a los tres niveles de gobierno a profesionales capaces de gobernar y administrar nuestros recursos?
Te lo dejo de tarea, al menos de aquí al domingo primero de julio de 2018 cuando, solo con tu conciencia, te encuentres con un plumón en una mano y una boleta en la otra.

Nota escrita por

Manuel Triay

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"Culpable soy yo..."

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