Crónica de un incendio anunciado

25 de abril de 2012

Crónica de un incendio anunciado

Eran las 8 de la mañana. El Centro de Atención Múltiple de la Colonia Santa Rosa laboraba normalmente pero, en las afueras del edificio, un carro-bomba de cuerpo de bomberos, una ambulancia y paramédicos de la Cruz Roja esperaban indicaciones para iniciar su trabajo.
Los niños de esa escuela, con capacidades diferentes, se hallaban trabajando normalmente en sus salones. En el patio central, la directora y elementos de protección civil acordaban la hora en la que se llevaría a cabo el llamado “simulacro de evacuación por incendio”.

El ulular de una sirena interrumpió la tranquilidad (sonido de la alarma), las maestras pusieron de pie a los pequeños y los formaron para trasladarlos al punto de reunión, el patio central; las mamás que ahí se encontraban colaboraron con las profesoras para agilizar el movimiento. Uno de los pequeños entró en crisis nerviosa y tuvo que ser atendido por el personal docente del CAM.

Al llegar los bomberos (efecto de bombero), se dirigieron hasta la dirección del CAM donde supuestamente se detectó el fuego; los paramédicos entraron detrás para rescatar a uno de los maestros que al querer salir resbaló, cayó al suelo y se lesionó un brazo.

Apagado el fuego, se cercioraron de que todo estaba bajo control y ordenaron el regreso de los pequeños regresen a sus respectivos salones.

El simulacro había terminado con éxito. Tanto escuelas como empresas particulares y todos aquellos sitios que concentren gente tienen la obligación de enseñarles a los suyos esta práctica que seguramente podrá salvar vidas si fuere necesario.

Uno de los pequeños sufrió una crisis nerviosa al ver tanto alboroto, pero fue atendido por el personal docente del CAM.

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