Unas criptas inspiran el mito de los pasadizos secretos del convento de Monjas.

22 de febrero de 2013

Unas criptas inspiran el mito de los pasadizos secretos del convento de Monjas.

Al paso de los siglos, los túneles que inspiraron leyendas de pasadizos secretos bajo la Catedral de Mérida han sido usados como fuentes de piedras para templos prehispánicos, oratorios mayas, criptas, bodegas coloniales de alimentos, trincheras contra piratas, cárceles y sumideros.

Veteranos sacerdotes narraban que en 1915 cuando Salvador Alvarado quemó el retablo de la Catedral apareció la entrada de un subterráneo que conectaba este templo con el convento de Las Monjas, que se cree fue construido para que transitaran las religiosas concepcionistas.

Sin embargo, en una exploración sólo se descubrió dos criptas o catacumbas, una bajo la iglesia de Las Monjas y otra en la Casa de las Artesanías, que antiguamente formó parte del atrio del convento religioso, indica el arqueólogo Sergio Grosjean Abihmeri.


Atraídos por el mito del túnel de las concepcionistas, arqueólogos exploraron el cenote Yanal Luum, ubicado en una línea imaginaria que une Las Monjas con la Catedral, pero los pasadizos de esta fuente de agua no coinciden con el camino que seguiría el subterráneo.

El arqueólogo Sergio Grosjean Abihmeri, autor del libro “El Convento de Monjas de Mérida, la de Yucatán”, señala que el cenote Yanal Luum, del Centro Histórico, fue un centro ceremonial de los mayas de T-hó, urbe predecesora de Mérida.

Hace un tiempo, un prestigiado periodista bajó a un pasadizo cuya entrada se halló en una tienda de relojes de la calle 62 entre 63 y 65, el cual estaría alineado con el enigmático túnel subterráneo de la Casa de los Ladrillos, del Centro Histórico.

Veteranos sacerdotes narraban que en 1915 cuando Salvador Alvarado quemó el retablo de la Catedral apareció la entrada de un subterráneo que conectaba este templo con el convento de Las Monjas.

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