Último día de papado de Benedicto XVI
28 de febrero de 2013
Hoy jueves 28 de febrero es el último día de papado de Benedicto XVI. A las 8 de la noche con un segundo, tiempo de Roma, 13 horas de Mérida, pasará a ser el Cardenal alemán Joseph Ratzinger. No será llamado ni Papa emérito, ni Papa en retiro. Según sus propias palabras tendrá una vida de oración en la casa asignada por la Santa Sede en Castel Gandolfo. Su renuncia deja con incertidumbre a la Madre Iglesia. Se retira entre la sospecha y la vejez.
Benedicto XVI argumentó no tener las fuerzas para seguir en el cargo, una razón válida, pero no suficiente. Si nos remitimos a la cita del sacramento del matrimonio “estar juntos hasta que la muerte los separe”. Suponemos que existe un vínculo mayor entre su persona y el cargo asignado. Esta acción de abandono la comparamos con su antecesor Juan Pablo II; al Papa viajero lo vimos asistiendo a sus diferentes compromisos en condiciones de salud bastante deteriorada por la enfermedad de Parkinson, que finalmente lo llevó a la tumba.
El sentido común nos diría que la falta de fuerzas físicas no era un condicionante para su dimisión, existe la sospecha que su renuncia fue por presiones ante un torbellino de irregularidades que debían ser mandadas al exilio, antes que aceptarlas o, peor aún, afrontarlas. Bastante daño habían hecho ya los abusos a menores de Marcial Maciel.
Sin embargo, Benedicto XVI ya dejaba entrever una posible renuncia al cargo pues en el libro Luz del Mundo, en entrevista realizada en 2010, dijo que “un Papa no debe dimitir en tiempos de dificultad, como eran aquellos debido al problema de los abusos sexuales. Pero, en cambio, se puede renunciar en un momento sereno o cuando ya no se pueda más”.
Benedicto XVI se retira a la oración, cumpliendo y ejerciendo los requisitos del Derecho Canónico. Federico Lombardi vocero de la Santa Sede dijo que “El Papa no está cansado ni deprimido, simplemente constata las limitaciones de tener 85 años de edad en una época en que la Iglesia necesita respuestas rápidas a cada problema”.
La pregunta es ¿Pudo más la vejez qué la fuerza espiritual?. Sin duda usted tiene la mejor respuesta amigo radioescucha.
Editorial del 28 de febrero 2013