Tras la recuperación de su hija, una familia vuelve a sentir la calma

La señora Manuela Mex Balam, madre de la joven de 15 años, Cristina Isabel Molina Mex, quien estuvo desaparecida 26 días, junto con una compañera de salón, Stephani Cruz Góngora, declaró sentirse muy aliviada de tener a su hija de regreso en casa, ya que durante varias semanas no supieron ni su paradero ni su estado de salud, por lo que “vivieron un infierno”, como describió la entrevistada.

Aseguró que la conducta de su hija fue atípica, ya que nunca pensó que estuviera tramando huir de casa, sobre todo porque “no habían motivos”, lo anterior, en referencia a que ambas adolescentes indicaron que decidieron escapar de sus hogares por temor a las represalias por haber bajado mucho sus calificaciones de la preparatoria.

Sin embargo, la madre de Cristina aseguró que ella ya tenía conocimiento de los problemas académicos de su hija y que incluso habían hablado para ver cómo podían ayudarla, por lo que su conducta sigue siendo un misterio para ella.

“Es que motivos no tuvo, de repente solo me descuide dos minutos y ella salió, no hubo pleito, enojo, en realidad nada como para saber porque ella decidió irse” señaló.

Manuela expresó que los días que su hija estuvo ausente, la preocupación causó estragos en su familia, especialmente a su esposo Manuel Gaspar, quien estuvo a punto de sufrir un infarto, porque se enteró por medio de la prensa, que encontraron el cuerpo sin vida del señor José González Pérez, quien había sido notificado como desaparecido días antes, por lo que imagino que lo peor le había ocurrido a su hija.

“De lo que nos esteramos y a mi esposo estuvo a punto de darle un infarto fue lo del señor que también estaba extraviado y que lo encontraron en Chenkú, por eso le pasó a dar un infarto porque él pensó lo peor” comentó.

La madre de Cristina mencionó que desde el regreso de la menor, ella ha estado “muy callada y retraída” que casi no sale de su cuarto y se reúsa a hablar de su experiencia durante su ausencia, simplemente se ha limitado a contar que viajaron a México, lugar donde permanecieron 2 días y luego decidieron irse a Guadalajara, donde se quedaron con una familia, quien al identificarlas, ya no quiso hospedarlas porque “no se querían meter en problemas”.

“Ella prácticamente ha estado callada, nosotros estamos contentos de que esté con nosotros pero ella no quiere hablar, lo poco que sabemos es lo que nos dijeron cuando las encontraron” indicó.

Las adolescentes, lograron sobrevivir todo ese tiempo, con 40 mil pesos, mismo que Cristina extrajo de su casa, el cual, estaba destinado para la educación tanto de la ella, como de uno de sus hermanos, sin embargo y a pesar de haber perdido el dinero, Manuela agradece que ella se encuentre en su hogar, sana y salva.

Dicho dinero lo habían obtenido de la venta de un terreno, ya que ellos no podían solventarlo y decidieron que lo mejor sería conseguir algo de efectivo para tener un ahorro para la educación de sus hijos. 

Por otra parte, comentó que tomaron la decisión de darla de baja de la prepa 1, para inscribirla el próximo ciclo escolar a otra preparatoria.