Sigue en busca de justicia para su hijo

”Con la demanda del maestro ¿Qué se busca? Yo no quiero degradar a nadie, busco justicia,  que el señor reconozca que cometió ese golpe y tiene consecuencias, la vida de mi hijo no va a ser igual, lo ha limitado”.

Aseveró Wendy Barredo, madre del estudiante de la preparatoria 2 que presuntamente fue pateado por el profesor José Ernesto Gil Argáez, durante una clase de Karate el pasado 15 de febrero, por el cual le fue retirado el 60% del páncreas.

En entrevista para NotiRasa, aseguró que a poco más de un mes de haber interpuesto la denuncia no ha recibido respuesta de las autoridades académicas, tan solo del rector José de Jesús Williams, que les apoyo para que su hijo pudiera recursar las materias que reprobó debido a este problema y de esta forma no perder el semestre.

”La patada se da en el salón de clases, en la clase de Karate, donde el maestro y la directora dicen que no asistió y hay pruebas de que si asistió, él llegó en la tarde, me dijo mamá me siento mal es que me patearon y me duele, ¿Cómo que te patearon? Es que en la clase el maestro me pateo”.

Wendy recuerda que luego de ese 15 de febrero, su hijo continuó con los dolores abdominales días después, transcurrido un lapso de 5 días deciden llevarlo al médico donde le diagnostican amibas, y le dan un tratamiento para este mal, al notar que la salud de Adimir no mejoraba lo llevan a una clínica particular donde le diagnostican pancreatitis traumática.

Al conocer esta noticia, su madre pide la transferencia para el Hospital Ohoran, pues no contaban con los recursos para costear dicha operación, señala que todo esto ocurrió casi un mes después, pues el 12 de marzo fue internado en el nosocomio mencionado y se programa la intervención, que tiene un costo de 167 mil pesos, de los cuales solo han logrado pagar 67 mil.

“Él está recuperándose, estamos pensando en un tratamiento hasta ahorita no está recibiendo un tratamiento, sigue avanzando, ya le quitaron la silla de ruedas, los están motivando a que pueda moverse, al momento no sabemos, todo depende de cómo su cuerpo siga evolucionando, aparentemente seguimos bien”.

Doña Wendy, asegura que luego de la operación, ha logrado ir pagando los gastos generados, indica que por todo este problema tuvo que abandonar su trabajo y lo que gana su esposo como diligenciero no les es suficiente, por ello han solicitado el apoyo a diversos amigos y familiares, además de que han realizado actividades para recaudar fondos.

Sin embargo, su principal lucha es encontrar justicia para su hijo, reitera que la denuncia es contra el profesor López Argaéz, para que reconozca que pateo al niño y de ser posible se logre una indemnización, pues la vida de su hijo ha cambiado y ya no podrá realizar diversas actividades que a él le gustaban.