#SerEsResistir, marcha del Orgullo Gay en CDMX
02 de julio de 2019
Entre risas, baile, pestañas largas, trajes de colores y en un ambiente de fiesta se realizó la edición 41 de la Marcha del Orgullo Gay LGBTTTI que busca celebrar la diversidad y exigir el respeto a los derechos de este sector de la población.
A más de 40 años de la primera Marcha del Orgullo Gay en México, las exigencias aún van desde el cese de la represión policial hasta el reconocimiento del matrimonio igualitario en todo el país, y el acceso a la seguridad social para las familias homoparentales y lesbomaternales. En esta edición: “Ser es resistir” es su lema.
Y es que hace 40 años, se celebraba la primera manifestación pública en la Ciudad de México a favor de los derechos de los homosexuales, coincidiendo con el aniversario del disturbio en Stonewall-donde las personas homosexuales que acudieron al pub, fueron atacadas por una redada policial-, exigiendo la libre expresión sexual y protestando en contra de la represión social y policial. Desde entonces la CDMX se une con el mundo por la conmemoración del Gay Pride.
Los colores del arcoíris; rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta pintan camisetas, banderas, coronas y tenis, que portarón los miembros de la comunidad LGBTTTI, así como familias, amigos y colectivos de apoyo, que marcharón del Ángel de la Independencia, en Paseo de la Reforma, rumbo al Zócalo capitalino para celebrar el Día Internacional del Orgullo Gay.
El contingente, integrado por miles de personas, avanzó por las calles de la capital mexicana para exigir respeto y tolerancia en el país, segundo a nivel mundial en el que se comenten más asesinatos en su contra.
Los “TTT”, travestís, transexuales y transgénero, llenarón de brillo la caminata; con zapatillas, lentejuelas y maquillaje avanzar con orgullo, junto a comerciales, colectivos, amigos y familiares que ofrecen su apoyo, al tiempo que ríen y posan para tomarse fotos con sus coloridos atuendos.
Entre los que marcharón este 29 de junio se encuentra María, una transexual, cuya madre, Estela de 44 años de edad, la acompaña y la ayuda a colocar su vestuario; para ambas el camino ha sido difícil, sin embargo “ella me tiene a mí y yo a ella; mi esposo nos dejó, pero he entendido que amor es amor, sin importar si tu hijo tiene una identidad distinta”.
María dice sentirse bendecida por ser aceptada y apoyada, y reconoce que muchas en su lugar son abandonadas o maltratadas.
Por su parte Javier, joven homosexual de 23 años, asegura que la lucha sigue, porque si bien se han ganado algunas libertades aún el camino es largo; “tenemos que seguir”.
Considera que el gobierno federal ha restado instituciones a favor de la comunidad por la política de austeridad, hecho que señala “no lo podemos permitir”.
En la retaguardia de la marcha, Benjamín grita con orgullo “es un buen día para ser yo mismo” y explica que en la oficina y en su vida cotidiana no utiliza tacones y aretes pero en la marcha pudo salir y disfrutar, “me gustaría que todos los días fueran así, sin odio”.
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Agencias
Enarbolando un arcoiris, piden respeto y un alto a la homofobia