Salvar a Michoacán

23 de mayo de 2013

Salvar a Michoacán

La situación en Michoacán era apremiante, hasta hace un par de días varios municipios de este estado eran tierra de nadie. Los habitantes de comunidades como la Ruana, Coalcomán, Buenavista y Tepalcatepec eran presas del terror y de la nula vigilancia de cuerpos policiacos municipales y estatales. Ante el abandono, los pobladores tuvieron que armarse de valor y de armas de fuego para combatir a delincuentes que los cercaron y no dejaban entrar ni salir hasta el insumo más básico. El gobierno federal tuvo que entrar al quite, no había de otra.

El gabinete de seguridad que encabeza la Secretaría de Gobernación acompañada de los secretarios de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos y de Marina, Vidal Francisco Soberón, con el apoyo del Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón; el titular de la PGR, Jesús Murillo y el director de Cisen, Eugenio Díaz se reunieron en Morelia con el gobernador interino Jesús Reyna, con un simbolismo que parecía “atrás de la raya que estamos trabajando”.

El objetivo de esta estrategia es no salir de la zona de alto riesgo hasta que se respire la normalidad en esas calles. El secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que no saldrán de ahí hasta que la vida se normalice, “hasta que haya paz”.

El Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, aseguró que “no se permitirá que civiles porten armas en Michoacán y planteó que se realizará un canje de las mismas”. Explicó que el objetivo primordial de las fuerzas armadas en esta estrategia “es devolver la seguridad y tranquilidad al estado de Michoacán”; y mencionó que si durante estos operativos surgen grupos del crimen organizado, “éstos serán combatidos y puestos a disposición de la autoridad competente”.

Con la llegada de las fuerzas castrenses a estas comunidades, vimos imágenes como en Boston, los habitantes aplaudían y celebraban la llegada del respetado ejército mexicano. Hasta el líder de la autodefensa que operaba en La Ruana, Hipólito Mora, se hizo a un lado, ya que su función de policía fue tomada por las fuerza federales.

Esperemos que ahora sus habitantes puedan dormir tranquilos, que inicie un sueño placentero que había sido espantado por los criminales, que las pesadillas empiecen a quedar en el pasado.

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