Reviven costumbres del siglo pasado en Ixil durante el carnaval

03 de febrero de 2014

Reviven costumbres del siglo pasado en Ixil durante el carnaval

A un mes de las carnestolendas, cómicos guerreros indígenas de Ixil empiezan a apertrecharse con el fin de corretear y luego pintar el tuch al alcalde, a empleados del ayuntamiento y a chiquitos desobedientes el próximo martes de Carnaval.

Desde la época de bonanza de las haciendas henequeneras, en el siglo pasado, hombres mayas de la Tierra de las Cebollitas se transforman en “chikes”, una especie de soldados con la cara y el cuerpo embadurnados de tizne de comal y tierra roja o kankab, que además portan un hueso como prendedor, penacho de plumas de pavo y taparrabo de guano.

El director de Cultura del Ixil, Alejandro Kantún Cobá, señala que “chik” es una antigua palabra prehispánica que significa “el que hace reír”.

Como una venganza ancestral, las tropas de chikes lazan a los soberanos del carnaval, que representan simbólicamente a los españoles que los esclavizaron durante la Colonia. De la medicina maya prestan el arte del “Sak Tuch”, que consiste en embadurnar ceniza caliente al ombligo de un niño, solo que ellos usan azul añil de lavanda.

Hace dos años falleció el veterano promotor de los chikes, el cebollero don Mario Chan, quien cimentó la tradición en la generación actual, enfatiza Alejandro Kantún, conocido como “Lexo”, quien de niño se escondía entre el fustán de su mamá cuando veía a un chik, personaje del mismo nivel de espanto de los tuchos en Ixil.

Dese la mañana del Martes de Carnaval, los chikes de todas las edades visitan las tiendas para pedir su recompensa. A los adultos mayores les regalan ron “rompetripas” y a los niños, gaseosas y galletas. En la tarde, ya cimbrados por el alcohol, entran a torear vaquillas en una tradicional charlotada que atrae a cientos de curiosos de la región.

La historia de estos hombres mayas puede leerse en el libro “Ixil, la Tierra de las Cebollitas”, de don Miguel Angel Orilla Canché.

 

Los chikes protagonizan el único carnaval indígena del Mayab. Ojalá que algún día se les considere como patrimonio cultural intangible de Yucatán. Sus bromas se pueden admirar en You Tube en el vídeo “Los chikes que pintan el tuch en Ixil”.

A un mes de las carnestolendas, cómicos guerreros indígenas de Ixil empiezan a apertrecharse con el fin de corretear y luego pintar el tuch al alcalde, a empleados del ayuntamiento y a chiquitos desobedientes el próximo martes de Carnaval.

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