Promedefa asegura que hay una nueva cultura en la adopción en Yucatán

En el marco de marzo, mes de las adopciones, la titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa), Yasmín Assceneth Ambrosio Gutiérrez, se congratula que en Yucatán se esté dando una nueva cultura de adopción, pues los futuros padres acogen a niños mayores de 5 años.


La adopción de un niño es un proceso que inicia con pláticas a los futuros padres, después se les conforma un expediente con cartas de recomendación, antecedentes no penales, documentos que acrediten su identidad y posteriormente se elige al niño de acuerdo a su situación legal y ciertos requisitos que la pareja solicite, ya que algunos padres piden que los menores se parezcan a ellos.

Un niño se da en adopción siempre y cuando éste quiera unirse a un nuevo núcleo familiar, pues el éxito de las adopciones es el “click” que han tenido los niños con sus futuros padres, aunque menciona Ambrosio Gutiérrez el no estar casado no es impedimento, ya que también se dan adopciones a mujeres solteras.

Por su parte el Centro de Atención Integral del Menor en Desamparo (Caimede) tiene la custodia de los menores que pueden ser adoptados, el Centro tiene como tarea la formación y atención integral de los 225 niños que hay actualmente, comenta Beatriz Eugenia Solís Sánchez, directora del Caimede.


Por esto, la Prodemefa y el Caimede tienen mucha coordinación y colaboración durante el proceso de la adopción, ya que su principal tarea es la protección de los menores y subrayó Solís Sánchez, que ningún niño puede irse con una familia si no se tiene la certeza de que estará bien.

En estadísticas durante el año 2012 fueron entregados 22 menores, de los cuales el 50% fueron niños y el resto fueron niñas, en lo que va del 2013 han sido adoptados 9 niños, de los cuales sólo uno menor de 5 años y un adolescente de 13 años, pues es necesario dar el amor de una familia sin importar la edad, refirió la titular del Caimede.


Tras finalizar el proceso de adopción se le da seguimiento a la nueva vida de cada niño mediante un monitoreo constante.