Poco usada la modificación al código de la familia en cuestión de los apellidos

Desde que entró en vigor el nuevo Código de la Familia en el Estado de Yucatán, el 20 de febrero pasado, hasta la fecha sólo 5 niños han sido registrados bajo la modalidad que permite que el apellido de la madre preceda al paterno en el acta de nacimiento, refirió la Directora del Registro Civil, Martha Góngora Sánchez.


Esta innovación se realizó con el fin de reconocer la igualdad de derechos entre los padres de familia, la legislación pone a su disposición poder elegir qué apellido figurará primero en el nombre de sus hijos, sin embargo al elegir un orden, a los demás vástagos se les nombrará de la misma manera.


La reforma al código en materia familiar incluye así mismo la posibilidad de tramitar divorcios exprés, la protección a los hijos de concubinas, así como a ellas mismas y la realización de juicios orales en este ámbito, asimismo este ordenamiento estipula innovaciones para el Registro Civil y demás sistemas, con el objetivo de proteger a la familia y a los menores de edad.

Sin embargo los apellidos no conforman en su totalidad el nombre de las personas, los de pila son la carta de presentación de las personas, y aunque se pueden cambiar ante el Registro Civil por 125 pesos en 15 minutos, muchas personas viven con ellos toda su vida, aunque no sean de su agrado.

Las aficiones, la moda, personas famosas o la simple necesidad de ser diferentes, lleva en ocasiones a los padres de familia a nombrar de manera “curiosa” a sus hijos, hecho que en veces deja a los niños como blanco de burlas, ya que según estudios a los varones se les dificulta más aceptar un nombre fuera de lo común que a las mujeres.

Finalmente respecto a este rubro, Góngora Sánchez, sentenció “nosotros damos un servicio general y no reparamos en los nombres que los padres deciden ponerle a sus hijos… no hay una fijación”; sin embargo a principios de año declaró a un medio impreso que en esta materia “influye el nombre que corresponda al día del calendario, de manera que a veces los padres hacen sus propias combinaciones, pero con frecuencia resultan desafortunadas”.