Niños del hospital O'Horán enseñan a sus médicos vivir en plenitud y perdonar
18 de febrero de 2013
Mientras miles de yucatecos insatisfechos sólo existen para presumir sus logros, que tristemente a nadie le importa, médicos con un verdadero sentido de vida aman calladamente a las personas que más sufren y poco o nada material tienen.
Este es el caso de la doctora Gabriela Escamilla Asiaín, quien encontró en la oncología pediátrica una forma de amar a la niñez y la juventud con cáncer de Yucatán, quienes son los únicos seres espontáneos y sinceros que habitan en la Tierra.
Los niños con cáncer han enseñado a la doctora Gabriela Escamilla Asiaín el arte de disfrutar en plenitud cada instante de la vida que se va y no vuelve, y sobre todo de perdonar en el amar incondicional.
El contacto con los infantes de la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital O’Horán le ha enseñado que en la vida estamos para sanarnos los unos a los otros y descubrir en cada amigo quienes somos nosotros mismos o podemos ser.
En el momento de alzar el vuelo, los niños con cáncer tiene paz interior y serenidad, pues se rinden al destino tal como es, un regalo que muchos adultos, incluso en la tercera edad, no pueden disfrutar mientras se revuelcan en su amargura y frustración.
El contacto con los infantes de la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital O’Horán le ha enseñado que en la vida estamos para sanarnos los unos a los otros.