Neofascismo a la mexicana

El 24 de septiembre de 2013, La Jornada publicó un artículo de opinión de Pedro Salmerón Sanginéz titulado ¿Fascismo en México?

De este artículo quisiera exponer dos ideas. La primera sobre el fascismo en Francia como “fusión de una derecha populista y una izquierda nacionalista, que desemboca en una nueva forma de “socialismo nacional”, que recupera el darwinismo social, el antiliberalismo y la antidemocracia entre otros puntos.

Posteriormente, nos comenta que en el fascismo europeo, la retórica revolucionaria solo fue eso, retórica, ya que para llegar al poder se aliaron a las élites tradicionales.

Así, la conversión en gobierno conlleva “cierto grado de ósmosis entre fascismo, autoritarismo y conservadurismo”.

En su conclusión, Salmerón escribe:

“…en México el malestar y la desesperación han propiciado el crecimiento de actitudes fascistas, no sólo en la ultraderecha, a la que son consustanciales; sino en cierta izquierda y en grupos o individuos que niegan la importancia de la dicotomía “izquierda-derecha”.

Pocas voces han alertado de esta situación, quizás la sintamos lejana o ridícula, pero ¿será factible algo como un neofascismo a la mexicana?

Efecto de espejo roto

Entre los restos del espejo observo varias imágenes que reflejan los pedazos rotos:

En un extremo, el bautizo del hijo de Alessandro Mussolini, a quien llamó Benito en honor de Benito Juárez. Años después, Benito Mussolini sería el artífice del fascismo italiano.
Por otra parte resalta el reflejo del empresariado mexicano cerrando filas en la construcción de la cuarta república.

Más acá contemplo el reflejo de la futura secretaria de gobernación, manistra Olga Sánchez Cordero presentando el libro “En el viejo sillón” de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.

Simultáneamente destellan las propuestas progresistas de la ministra Olga Sánchez: amnistía, legalización de drogas, matrimonio igualitario y despenalización del aborto.

Más allá, leo en los reflejos los artículos de incontables periodistas que intentan descubrir las contradicciones de Andrés Manuel López Obrador… yo me pregunto ¿estarán perdiendo su tiempo?
Porque finalmente, el reflejo más contundente es un bono del 53% de la población que le dijo si al líder moral de la cuarta república para que acabe con la corrupción que impide la construcción de grandes proyectos nacionales, pacifique al país y termine con la pobreza lacerante, de manera que los mexicanos que migren a Estados Unidos lo hagan por gusto.

Un líder visionario, con mucho poder, que es la voz del pueblo porque el pueblo lo ama y él ama a su pueblo, con una derecha alineada y una izquierda también alineada… algo se está cociendo… a la mexicana.

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