Mensaje de esperanza con música autóctona de la niñez de Yucatán

Como un mensaje para iluminar las sombras que cubren a la humanidad, niños y niñas de Chicxulub Pueblo resucitan las vibraciones de milenarios instrumentos prehispánicos que en el viento comunican el canto sincero y profundo de la niñez de Yucatán.

Bajo de una gigantesca ceiba, el grupo “Los niños percusionistas de Chac Xulub Chen” llenó de música autóctona el parque del Pueblo del Cráter, donde el incienso del chamán se combinó con el sonar infantil, el cual no se podía describir, solamente sentir.

Desde hace un año, niñas y niños de 6 a 11 años de Chicxulub tocan tunkules, sacatales, flautas de barro, sonajas y caracoles de mar con la guía del maestro Moisés Hernández Sosa, pionero en el Mayab de la enseñanza de la música prehispánica.

“En nuestros tiempo muy difíciles de caos, de incertidumbre, de violencia donde parece que el mundo ha entrado en desesperanza, de regresar a las raíces, pues creo que hay una buena respuesta, que perciben tranquilidad, perciben paz al escuchar los sonidos de los tunkules, de las caracolas” señaló.

El nombre artístico “Los niños percusionistas de Chac Xulub Chen” honra el antiguo nombre maya de Chicxuub, pueblo famoso por un aerolito prehistórico, indica el profesor Hernandez Sosa.

Ataviados con penachos de palma de guano y trenzados de sosquil, los chicos producen notas musicales golpeando hábilmente una especia de batería formada de carapachos de tortuga, jícaras y calabazos.

“La percusión hace que la gente se vuelva más imperativa todo el tiempo esta bla,bla,bla, golpeando todo, en fin ¿no?, hay un niño que precisamente cuando agarra las baquetas en su casa todo mundo tiembla, lo vieron ahorita, Danielito tiene 6 años, Jenny también toca muy bien, tiene 6 años “ comentó.

En poco tiempo, “Los niños percusionistas de Chac Xulub Chen” se han convertido en un símbolo en el pueblo de Chicxulub.