Más niños de Mérida experimentan dolor y vacío en sus vidas
25 de septiembre de 2013
Cada día más niños y adolescentes de Mérida experimentan la amarga sensación de dolor y vacío interior que les ocasiona la separación o el divorcio de sus padres, quienes serán para siempre el vínculo afectivo más importante de sus vidas, advierte el DIF Municipal.
Los chicos manifiestan inconscientemente la experiencia dolorosa de la ausencia de sus progenitores con llanto aparentemente injustificado, desesperada necesidad de afecto, enojo intenso, poca tolerancia ante la frustración y culpa, explica Karen Jaqueline Domínguez Tec, profesional del departamento de Psicología de la dependencia municipal.
Estos menores de edad asisten al taller “Nuestra Nueva Familia” que imparte el DIF Municipal de Mérida, donde exponen que ahora viven con sus abuelas, tíos u otros familiares.
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad sabe que tanto papá como mamá son la fuente primaria de las personas, pues de ellos se espera naturalmente amor y seguridad.
La psicóloga Karen Jaqueline Domínguez Tec precisa que hasta el momento unos 88 niños y adolescentes han participado en el taller “Nuestra Nueva Familia” que busca sanar en los hijos de padres distanciados la sensación de soledad que los inunda por la carencia del contacto, el abrazo, la mirada y la protección de sus padres.
En el taller los psicólogos del DIF Municipal hacen hincapié en el tema de las resiliencias que son los recursos inconscientes que permite a todo niño reconstruir su vida que fue fracturadas por el sentimiento de que algo hace falta, ese algo que es papá o mamá.
Cada día más niños y adolescentes de Mérida experimentan la amarga sensación de dolor y vacío interior que les ocasiona la separación o el divorcio de sus padres, quienes serán para siempre el vínculo afectivo más importante de sus vidas.