¿Por qué los menores experimentan con las drogas?
28 de marzo de 2014
Con base en su experiencia clínica, el Centro de Integración Juvenil de Yucatán enumera los factores de riesgo que motivan a menores de edad de Yucatán a experimentar en el consumo de drogas legales o ilícitas. Esta institución de diagnóstico y de rehabilitación ha atendido a niños de 8 años de edad que iniciaban el consumo de mariguana.
La trabajadora social Milagros Pech y Lugo menciona que la curiosidad de conocer qué se siente consumir drogas es una de las circunstancias que origina esta conducta. Otra es copiar las acciones de los papás, hermanos o algún familiar que consuma drogas.
Unos 30 adolescentes de 12 a 16 años acuden cada mes a las instalaciones del Centro de Integración Juvenil, dónde se ha observado que los jóvenes inician en el consumo de enervantes a los 12 años en promedio. A principios de año, una primaria envío a un niño de 8 años que había empezado a fumar cannabis por invitación de familiares cercanos. Después de asistencia terapéutica fue dado de alta.
"Si ellos consumen clonazepanesse se lo agarran a la abuelita, a la mamá que son medicadas una tirita. Los inhablantes dejan resistol y el niño tiene facilidad y por otro lado el ofrecimiento directo" indicó.
Los adolescentes también se inician por presiones de los grupos de compañeros de clase, quienes los seducen a drogarse para demostrar su supuesta valentía. Milagros Pech afirma que la personalidad es otra razón: los chicos que generalmente tienen conflictos con la autoridad son vulnerables a las adicciones.
El Centro de Integración Juvenil señala que la ausencia de los padres en el entorno familiar, motivada, por ejemplo, por la necesidad de trabajar fuera de casa muchas horas, orilla a los chavos a experimentar con las drogas. El alejamiento de los papás impide que éstos pongan y supervisen límites en sus familias. La violencia familiar también ocasiona fragilidad en los menores de edad.
"Hay situaciones que los papás no pueden controlar. Mamás que trabajan de noche y no tienen pareja ni red familiar que los apoye, los niños se quedan sólo y en el tiempo en que ella confía que sus hijos están en casa, es tiempo que ellos aprovechan para salir" comentó.
Milagros Pech y Lugo indica que también incide que la droga esté a la disponibilidad de los menores de edad y los precios de estas sustancias estén bajos. Por ejemplo, un “churro” de mariguana cuesta 20 pesos y un tubo de cemento plástico, 5 pesos.
De cada 10 menores que inician en el consumo de drogas, 8 lo hacen con mariguana y el resto con inhalantes.
Casos de niños de 8 años que iniciaron el consumo de mariguana.