Vacío el mercado de San Roque
05 de abril de 2016
El mercado de San Roque se encuentra literalmente vacío, ni gente ni puestos, pues de las 125 mesetas disponibles solo se ocupan alrededor de 12 entre semana y, únicamente los fines de semana, especialmente los domingos, es cuando la mayoría de los locatarios decide abrir y, eso se debe, según los vendedores, a que ese día gracias al tianguis si va la gente.
En este mercado no hay ni si quiera lo “más básico”, la tortillería cerró hace como 4 años y los vendedores de carne hace más de 2 que se fueron, comentan los pocos vendedores que se han aferrado a su trabajo.
“Los puestos que estamos somos solo 10 o 12 desde hace como 4 o 5 años, no tenemos carnicería ni molino, viene la gente quiere carne y tortillas y no hay, pero alrededor, fuera del mercado dan permiso para todo, afuera hay puestos de todo y no pagan y nosotros que si no tenemos gente…”
Por si lo anterior fuera poco, los pocos locatarios que aún quedan, trabajan en condiciones poco favorables, con pisos rotos, paredes sucias y cayéndose, techos rotos que dejan pasar el agua de lluvia lo que ocasiona que se inunden los puestos, además de poca seguridad.
El mercado está tan vacío que incluso el Ayuntamiento de Mérida decidió cerrar un módulo que había dispuesto dentro del mismo, en el cual las personas podían pagar diversos servicios como el predial, agua y luz, entre otros, pero como la gente “ya no va al mercado”, este módulo ha permanecido cerrado por al menos 2 años cerrado, indicaron los afectados.
- Yo he solicitado directamente a Mauricio Vila la reparación de los techos y me responde que no tienen presupuesto…
- Que presionen a la gente que tienen sus puestos y no lo quieren trabajar, solo los domingos vienen…
- Que abran las oficinas, el molino y la carnicería…
Lo que hace falta es algo que atraiga a la gente, está muy abandonado, todo está cerrado como las oficinas que están cerradas y nada más ahí perdiendo el tiempo…
Los pocos vendedores que no quieren cerrar sus puestos solicitan a la autoridad no solo el urgente mantenimiento de sus áreas de trabajo, sino hacer actividades en los terrenos aledaños como el parque o el campo de beisbol, para atraer a la gente y el mercado “vuelva a la vida”.
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Locatarios señalan que desde hace unos años, debido al abandono, uno a uno ha ido cerrando los puestos hasta solo quedar 12.