La nueva ley de amparo coloca los derechos como causa y fin

Este lunes el titular del Ejecutivo Federal, Enrique Peña Nieto, promulgó la Ley de Amparo, que modifica los artículos 103 y 107 de la Carta Magna, la cual fue avalada en el Senado el 20 de marzo del año en curso, que tiene como causa y fin los derechos de las personas.

El amparo es lo que Yucatán aportó al mundo en 1841, para la protección de los derechos de los ciudadanos. Ernesto Cordero, presidente de la Cámara de Senadores afirmó que con la nueva ley de amparo ponemos al día el marco legal, ya que se amplía la protección del juicio de amparo y se armoniza el derecho nacional con el internacional.

En esta materia, la protección en los juicios de amparo se reglamenta, deja de aplicarse con efectos generales de inconstitucionalidad para hacer efectiva la justicia para todos, así mismo esta ley tendrá efecto por omisión de la autoridad y cuando la violación sea producto de la falta de acción.

También restringe la posibilidad de alargar indebidamente los juicios al establecer nuevas reglas en el proceso, además prevé crear el juicio en línea y establecer el expediente electrónico, con lo cual se dará pie a una reforma en materia penal.

Esta legislación obliga a todas las autoridades a sujetar la salvaguarda de los derechos humanos y visualiza una sociedad de derechos plenos hacia el futuro, refirió Juan Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Señaló que los magistrados, ministros y jueces tienen la obligación de hacer valer el nuevo régimen sin titubeos, ya que ratifica la vocación de la judicatura como defensores de los derechos de las personas.

Por su parte el primer mandatario, Enrique Peña Nieto, afirmó que

"La nueva ley de amparo es un mérito de todo el Estado Mexicano, una muestra de que el país se está transformando para consolidar el estado de derecho que anhelamos" comentó.

Refirió tres rubros importantes de la nueva ley de amparo, el primero señala que amplía la esfera de protección a los derechos, el segundo eleva la eficacia de la justicia mexicana y el tercero fortalece a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.