La columna de... Wendy Aguayo

16 de febrero de 2017

La columna de... Wendy Aguayo
Pasó el 14 de febrero, varias fueron las expresiones de amor y amistad, una vez recuperados de tanta miel que circuló en el ambiente aterricemos de nuevo. Ayer se conmemoró el Día Internacional del Cáncer Infantil cuyo objetivo es sensibilizar y concientizar sobre la importancia de los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes que padecen esta enfermedad, así como la lucha incansable de sus familias para sacarlos adelante.
Indudablemente todo niño con cáncer merece la mejor atención médica y psicológica independientemente de su situación económica o estatus social, pero la realidad es que el panorama se complica cuando dos factores se juntan, estar enfermo y no tener dinero es lo peor que puede enfrentar una familia y si a eso le sumamos las deficiencias en el sistema de salud, ni qué decir.
Varios han sido los casos que nos han llegado, el último recordará fue el de Lupita , una niña que padecía leucemia que desde Chetumal llegó al hospital HOrán y por trámites burocráticos del seguro popular no pudo ser atendida, lo que desafortunadamente tuvo un desenlace fatal. El caso de Veracruz, en donde las investigaciones continúan, niños que presuntamente recibieron quimioterapias con agua destilada verdaderamente indignan.
Según las estadísticas en México aproximadamente por cada millón de niños hay 100 casos nuevos de cáncer cada año, de ese universo el 55% padece leucemia, en segundo lugar están los casos de tumor cerebral y en tercero, linfomas. El cáncer infantil es la primera causa de muerte en la población pediátrica, sin embargo el 60% de los niños con un diagnóstico oportuno logran salir adelante; es por eso que este año, diferentes asociaciones civiles han enfocado su estrategia dando a conocer los principales síntomas a través de carteles.
Cuando una persona adulta enferma de cáncer, nos conmueve; pero cuando un niño es diagnosticado, nos cala hasta los huesos. Mi reconocimiento y admiración a todas esas familias y a esos pequeños Grandes Guerreros que diariamente luchan, sin importar el dolor y el sacrificio. Este sí es amor del bueno.

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"Día Internacional del Cáncer Infantil"

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