La columna de... Wendy Aguayo

La Navidad está a la vuelta de la esquina, ésta es una época en la que por unos días, nos olvidamos de los problemas; la gente va y viene haciendo compras de todo tipo, gastándose hasta el último centavo del aguinaldo , las tiendas de ropa y regalos lucen a su máxima capacidad, las fiestas y posadas …a la orden del día.

Todo mundo anda eufórico buscando el mejor regalo; los más pequeños de la casa, emocionados por la llegada de Santa Claus a quien por cierto le mandaron su carta semanas atrás con una larga lista , claro con la esperanza de que este personaje les cumpla; porque él todo lo puede afirman los niños.

Al igual que ellos los adultos deberíamos hacer el mismo ejercicio, tomarnos el tiempo de enlistar todo aquello que deseamos, y no me refiero a cosas materiales, sino a momentos, valores , sueños esos que poco a poco se han ido perdiendo.

Nos asombra e indigna escuchar tantas malas noticias: maltrato a mujeres, asesinatos, accidentes ocasionados por la imprudencia y el exceso de alcohol; pero se ha puesto a pensar ¿qué parte de la responsabilidad nos toca como ciudadanos asumir?

El 2017 será sin duda un año difícil, complicado en muchos sentidos, ya nos han advertido de varios incrementos en bienes y servicios, bueno hasta por la leche que consumimos tendremos que pagar un impuesto especial, algo así como 1 peso por litro. La situación económica en los hogares mexicanos ciertamente será complicada, trabajar y esforzarnos desde nuestra trinchera es lo que nos queda.

Por todo lo que viene, bien vale la pena hacer ese espacio, blindarnos por un momento de la mercadotecnia y hacer un “corte de caja”, un balance de cómo podemos ser mejores personas, mejores ciudadanos y cumplir con nuestras responsabilidades. Nuestra Carta a Santa sonará a pliego petitorio

pero bien vale la pena hacerla, creer y confiar, así como los niños lo hacen con la esperanza de que lo que piden les sea cumplido. Usted ¿qué le pediría?