Invitan a abrir las puertas del perdón en Miércoles de Ceniza

05 de marzo de 2014

Invitan a abrir las puertas del perdón en Miércoles de Ceniza

Cientos de fieles celebraron el primer día de la Cuaresma en la Catedral de Yucatán, que desde la mañana abrió de par en par la Puerta del Perdón, para recordar el simbolismo profundo del Miércoles de Ceniza: la inevitable caducidad de todo ser humano, condición que le invita a sanar sus sentimientos de rencor antes que se oculte el sol de su vida.

En la mañana, el arzobispo de Yucatán, monseñor Emilio Carlos Bierle Belauzarán, ofició la misa del Miércoles de ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, un período de reflexión cristiana de 40 días que concluye el domingo de ramos.

En su homilía el señor arzobispo enfatizó la necesidad de atender nuestra miseria interna que se refleja en un vacío que después de busca llenar con adicciones, pero que se puede llenar con la sensación de la presencia de Dios, como cada quien lo concibe.

"Centramos el mensaje de esta Cuaresma. Superar o vencer esa la triple dimensión de la pobreza: material, moral y espiritual que tiene la naturaleza humana" recalcó.

En Miércoles, miles de yucatecos acuden a misa para recibir ceniza en la frente, un rito que evoca el pasaje del Génesis “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”. Por tradición la ceniza se elabora con las palmas incineradas del Domingo de Ramos del año anterior, una metáfora para recordar que la gloria de cualquier tipo que algún día tenemos tarde o temprano se reduce a nada.

"La realidad es que tenemos tiempo para aquello que amamos. Eso dice la psicología. Tú amas a una persona como tu abuelito en la clínica, te das tiempo y lo vas a visitar porque lo quieres" señaló.

Hace más de 2,000 años, los judíos se colocan ceniza en la cabeza como señal de un deseo profundo de transformar su vida. En sintonía con las palabras bíblicas “No dejes que el Sol se ponga sobre tu ira”,  el prelado destacó la historia de una religiosa que por voluntad vivió 33 años en una cárcel, donde los Miércoles de Ceniza invitaba a los internos a pedir perdón y perdonar a su prójimo y a sí mismos.

"Esta madre maravillosa vivía en una carraca en la cárcel y cuando llegaba el Miércoles de Ceniza hacía que escribieran en un papelito a quién le pedían perdón y a quien perdonaban. Esa es la dimensión de la misericordia" indicó.

Después de misa, doña Zoila Aké Lara comentó que la ceniza refuerza su fe en su espiritualidad.

"Es una fe que tenemos desde el principio de mi vida. Mis padres la enseñaron. No se puede morir mi fe en Dios" finalizó.

Fieles católicos sostienen que su fe en Dios nunca va a morir a pesar de la finitud de su cuerpo.

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