Miércoles de Ceniza, el inicio de la Cuaresma

Como cada año, la Cuaresma inicia formalmente con el llamado Miércoles de Ceniza, que en esta ocasión será el 14 de febrero, fecha en el que muchos celebran el Día del Amor y la Amistad.

El Arzobispo de Yucatán Mons. Gustavo Rodríguez Vega presidirá la primera misa en la Catedral de San Ildefonso a las 8:15 de la mañana de este día, después a cada hora se pondrá la ceniza a las personas que acudan hasta la 1 de la tarde y desde las 4 hasta después de la misa de 6:30, habrá una persona a cargo de esa función, así lo informó el Pbro. Jorge Martínez Ruz de la Pastoral de Comunicación de la Arquidiócesis de Yucatán.

“Y es un día particular, porque recibimos el sino de la ceniza como un compromiso a vivir estos cuarenta días en camino hacia la Pascua, el signo de la ceniza se toma de las ramas de huano que se ha bendecido el año anterior, el domingo de ramos, se lleva a las iglesias o a los centros pastorales o a los grupos vecinales ahí se queman y esa ceniza se bendice en misa y se pone en la cabeza o en la frente”.

El Presbítero comentó que este símbolo en la frente, en la creencia católica, hace referencia a nuestra condición limitada en la tierra, que somos polvo y al polvo volveremos, como menciona el libro de Génesis. Recordando que estamos de paso en este mundo y es necesario acércanos a Dios y vivir como nos enseñó para poder llegar a su presencia.

“Y en este contexto, el miércoles de ceniza también es un día de ayuno y de abstinencia, es decir, de no comer carne y comer poco, es día de ayunar para que no estemos distrayéndonos en cosas superfluas, sino que dedicarle al Señor ese día en preparación y compromiso para vivir bien la cuaresma”.

Los feligreses se preparan para vivir la Cuaresma como acostumbra la religión católica, iniciando por ir a confesarse. Por medio de un sondeo realizado en las puertas de la Catedral, los yucatecos comentaron que este es un tiempo en el que las personas deben acercar más a Dios.

“Que haya más espiritualidad, porque ya se está perdiendo todo eso, que se acerquen más a Dios, eso es lo que pedimos, en nuestras oraciones siempre eso pedimos.

Trato de ir cada semana santa, los días festivos, yo creo que cada quien decide de cómo celebrar. Es un llamado para asistir a confesarnos.

Ponerse en paz también con Dios. Descargar mis culpas y recibir con fé a Dios.”