Miércoles de ceniza un recordatorio de dónde venimos y a donde vamos

17 de febrero de 2015

Miércoles de ceniza un recordatorio de dónde venimos y a donde vamos

Este miércoles vamos a la iglesia para que el padre nos haga con ceniza una cruz en la frente con las palabas: “Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”, “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás" y “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.

Esta costumbres es para los católicos un recordatorio de que hemos de morir y nuestro cuerpo se convertirá en polvo y que todo lo que poseemos como bienes materiales, se acaba y lo que nos llevamos son nuestras buenas y malas acciones.

La coordinadora del Apostolado de la Oración del Jesús de la Tercera Orden, Patricia Castillo, nos habla de la importancia de que nos pongan la ceniza.

"Es un signo en el cual, al recibir la ceniza  en nuestra cabeza volvemos a escuchar la clara invitación a la conversión, el tiempo de Cuaresma, el católico lo debe hacer porque quiere cambiar su vida, esa es la razón, porque quiere cambiar" comentó.

 

Según la historia, antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.

En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.

En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.

Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne

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Con este día se da inicio a la Cuaresma

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