Existe una mafia entre autoridades y pepineros

La suspensión de la veda del pepino de mar es un disfraz para que las congeladoras puedan sacar todo lo que tienen almacenado en sus bodegas y que fue capturado ilegalmente en fechas anteriores, declaró el senador panista Daniel Ávila Ruiz al comentar la autorización de la captura por diez días publicada este viernes en el Diario Oficial de la Federación.

“Es una burla para las autoridades, que desgraciadamente están coludidas con esta mafia del pepino de mar…. Muchos acaparadores de pepino de mar que tienen sus congeladoras, en diferentes puertos de Yucatán, tienen toneladas y toneladas de pepino de mar congelado, pero no la pueden sacar (vender) porque es ilegal, entonces ahora que se habré la pesca, el permiso legal de pepino de mar, van a sacar todo el pepino de mar que tienen en sus congeladoras con facturas, con documentos”.

El pepino de mar es un negocio millonario, un kilogramo en el mercado asiático fluctúa entre los $1600 a $1800 pesos, los menos favorecidos de este negocio son los pescadores, a los que se le paga alrededor de $45 pesos por kilo, sin embargo durante la temporada de veda suele alcanzar un precio de hasta $160 pesos por kilogramo, y hasta $900 pesos cocido.

Sobre el particular, el funcionario manifestó que, efectivamente se trata de un hecho de corrupción entre autoridades locales, federales y empresarios pesqueros:

“Hay una colusión entre autoridades locales, federales y empresarios pesqueros que se dedican al pepino de mar exclusivamente, yo creo que para que haya la corrupción tiene que haber dos partes, en ese sentido las ganancias del pepino son tan altas, que esto hace que haya una corrupción desde el empresario pesquero que se dedica a comercializar el pepino de mar con los pescadores y con las autoridades locales y federales”.

En opinión de representantes pesqueros, el pepino de mar pasa por un mal momento, la sobre explotación, principalmente furtiva, ocasionó que esta especie se halle muy lejos de la costa lo cual dificulta su captura, y la poca que queda cerca es muy pequeña y no cumple con los estándares mínimos.

Algunos pescadores denominan al pepino de mar como una bendición, otros todo lo contrario, en los últimos años han fallecido unos 40 pescadores y otras decenas de ellos han terminado en hospitales con cámaras hiperbáricas, debido a la descomprensión que sufren al ingresar al mar.