Enrique Peña Nieto atiende a un grupo de manifestantes en su visita a Mérida
29 de mayo de 2014
El presidente de la República Enrique Peña Nieto presidió en esta capital la trigésimo primera Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, de lo que informamos en nota aparte, e inauguró y recorrió el Centro de Justicia Oral de Mérida y se dio tiempo para atender personalmente a una mujer que se manifestaba para solicitar la devolución de sus nietos.
El Centro de Justicia Oral, como anticipamos, fue construido frente al penal de esta ciudad y durante la visita presidencial estuvo rodeado de numeroso personal policíaco y militar, que utilizó vallas para contener a la gente e impedir el tránsito vehicular por todas las calles aledañas. La zona sur de Mérida estuvo patrullada durante la mañana y el mediodía por las policías federal y estatal.
El señor Peña Nieto estuvo acompañado todo el tiempo del gobernador del Estado Rolando Zapata Bello y una reducida comitiva que lo acompañó en el citado Centro de Justicia cuyo costo, como se sabe, fue superior a los 200 millones de pesos.
A las 13:30 horas llegaron los camiones con diputados, regidores y demás invitados y 10 minutos más tarde arribaron el gobernador y el señor Peña Nieto.
Mientras ellos recorrían los pasillos del Centro de Justicia Oral, a las afueras de ese recinto un grupo de mujeres que llegaron con pancartas realizaban una manifestación pacífica, en la que exigían justicia para una madre a quien su ex esposo le quitó a sus 3 hijos menores de edad y a quienes no ve desde hace ya dos años.
Según explicaban, en mayo del 2012, la señora Ema Gabriela Molina Canto, madre de 2 niñas y un varón, de 3, 5 y 7 años de edad respectivamente, iba conduciendo por calles de esta ciudad cuando unas camionetas le bloquearon el camino y un par de hombres, incluido su ex esposo, descendieron de ellas y la atacaron brutalmente, mientras que los niños fueron trasladados a la fuerza en otro vehículo.
Ema Gabriela fue subida contra su voluntad a otro vehículo y trasladada al estado de Tabasco donde la entregaron a la Policía acusada de un supuesto delito que no cometió. Transcurridos algunos meses en la cárcel, salió en libertad y regresó a Yucatán para iniciar el rescate de sus hijos, pero hasta la fecha, no ha logrado llegar a ellos y como se trata de involucrarla en nuevo ilícito, desde hace once meses resolvió ocultarse.
Cuando el presidente y el gobernador concluyeron su recorrido y abandonaban las instalaciones del nuevo edificio, Peña Nieto se percató de la manifestación y decidió aproximarse.
Entre las quejosas estaba la madre de Ema Gabriela, quien con manifiesta angustia solicitó que la ayuden a recuperar a sus nietos, a lo que que el Presidente respondió que seguiría el caso. Sus auxiliares tomaron información del caso.