Encontró un teléfono y lo devolvió

Por difícil que parezca la vida y ante la gran cantidad de malas noticias que recibimos o escuchamos en todo el mundo, no debemos dejarnos arrastrar por los pensamientos negativos y perder la fe de que todavía existen buenas personas.

Una pequeña muestra de ello sucedió el pasado fin de semana, cuando Abel Gallegos se encontraba conviviendo con su familia en una recepción social en la Hacienda Chichí Suárez con otras 5 mil personas más, pero tuvo la fortuna de conocer a Rodrigo, un joven de alrededor de 17 años de edad que encontró su teléfono celular en el lugar y que al día siguiente lo contactó para regresárselo sin recibir ningún tipo de recompensa, sólo el hecho de realizar una acción de honestidad.

“Un joven se comunica conmigo y me dice: señor encontré un teléfono celular y tengo guardado aquí un número y por eso te esté llamando y le dije, pues oye qué pasó, no nada más para devolvérselo y le dije mira te voy a recompensar, no, no se preocupe me dijo. El caso es que me citó en una tienda comercial y él estaba ahí, un joven como de 16 a 17 años creo más o menos y me lo devolvió, al momento que me regresa el teléfono yo le quise dar una gratificación y me dijo que no, que no era por el dinero, sino que me dijo que hay que ser honestos, honrados y que a cualquiera le puede pasar”.

Abel comenta en entrevista que el joven no quiso aceptar la recompensa, pero cuántas veces nos ha pasado alguna situación similar y nuestras cosas no regresan, incluso ofreces alguna gratificación para recuperar tus documentos dando por perdidos documentos importantes o cosas de valor sentimental, pues bien, en esta ocasión, nuestro entrevistado fue afortunado de que su celular cayera en manos de un joven honesto y desinteresado.

Como reconocimiento a esta acción, Abel le ofreció trabajo al joven desconocido invitándolo a unirse a su empresa, una persona que él considera con gran nivel de honestidad y lealtad, que no le gustaría dejar ir, porque gente así es que necesitan trabajando.

“Me dio una lección de vida, de entender que hay gente muy honesta en nuestra ciudad y sobre todo joven, que tendrá como 16 ó 17 años cuando mucho. Imagino que acaba de terminar la prepa, porque es una graduación de prepa donde yo estuve, pero al final de cuentas es reconocerse lo que hizo y la honradez, la honestidad con la que se manejó este muchacho”.

Sin duda por pequeñas acciones como éstas, podemos afirmar que todavía existan buenas personas en el mundo, siendo ejemplo a otros.