El presidente Enrique Peña Nieto en Mérida.
19 de febrero de 2013
Este sábado que pasó, el presidente Enrique Peña Nieto estuvo en Mérida en visita privada. Al parecer, aprovechó su estancia en Cozumel para darse una vueltita por acá y jugar golf. Todo indica que tuvo antojo de hecharse una partida con sus cuates, pero ¿y quiénes resultaron ser estos cuates?
Recordemos las ilustres palabras de Jesús Reyes Heroles: "en política, la forma es fondo". Venir a Yucatán a una reunión privada de la que muchos nos enteramos, tiene trasfondo. Y si usted amigo radioescucha no lo sabía, pues se lo platicamos con mucho gusto.
La lista que circula indica que se reunió con el senador Emilio Gamboa Patrón y sus amigos. Y hasta dónde sabemos, el único funcionario yucateco presente fue Pablo Gamboa Miner, titular de la Comey e hijo del mismísimo senador.
¿De qué platicaron? Quizás de algo importante, quizás de todo y de nada. Si trataron algo importante, la clase política yucateca debe estar comiéndose las uñas por saber qué acordaron. Pero si solo convivieron un rato, entonces la clase política yucateca debe estar muriéndose de envidia. Es fácil imaginar que en silencio se preguntan ¿por qué Emilio sí y yo no?
Así mismo, más de un político pensará ¿si tan sólo yo hubiera podido traer al presidente a convivir con mis vástagos en lugar de traerles figuras del deporte o del espectáculo?
Son muchos los comentarios que han llegado a la redacción de Cadena Rasa que afirman la molestia de varios políticos de la administración anterior con Emilio Gamboa, sin embargo, esta visita deja un colofón, Emilio es amigo del presidente Peña Nieto y con su visita pareciera que el presidente dice: no se confundan, amigos.
De esta manera solo nos resta decir, al buen entendedor, pocas palabras. Pero ¿qué opina usted, amigo radioescucha?
Editorial del 19 de febrero