El mundo avanza en su lucha contra el cigarro
10 de junio de 2021
Ante la evidencia del gran riesgo que representa el cigarro en la población mundial, causante de 8 millones de muertes cada año en México, autoridades y organismos científicos buscan cada vez más acciones y estrategias para que millones de fumadores abandonen el consumo de tabaco a través del acceso a medios que puedan ayudarles a lograrlo.
En México, la prevalencia de fumadores no ha disminuido significativamente en los últimos años. Conforme a las cifras oficiales más recientes, presentadas en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), en el país hay 15 millones de fumadores adultos.
Ante ello, la evidencia científica señala que las enfermedades transmisibles y las muertes asociadas al consumo del tabaco son causadas por la inhalación de miles de sustancias químicas, altamente dañinas para el cuerpo humano, contenidas en el humo del cigarro de combustión.
Es decir, las más de cuatro mil sustancias químicas (incluyendo el monóxido de carbono y el alquitrán) liberadas por el cigarrillo tradicional son las causantes de enfermedades crónico-degenerativas (corazón, cerebrovasculares, respiratorias y cáncer), responsables de más del 53 por ciento de las muertes en el país, según indica la investigación titulada “Panorama epidemiológico de México, principales causas de morbilidad y mortalidad”, publicado por la Revista de la Facultad de Medicina Universidad Nacional Autónoma de México.
Estudios científicos exhaustivos, avalados por agencias sanitarias de muchos países, tales como la FDA de los Estados Unidos, el Instituto Japonés de Salud Pública, el Instituto de Salud Pública del Reino Unido, así como el Instituto Federal de Alemania para la Evaluación del Riesgo, entre otras, han determinado la importancia de implementar en sus políticas de salud pública aquellos mecanismos de administración de tabaco y nicotina 100% libres de humo como los vapeadores o calentadores de tabaco (considerados productos de riesgo reducido), que son menos dañinos para los fumadores, al no contener el humo de un cigarro combustible.
En China, por ejemplo, los cigarros electrónicos –que surgieron en aquel país alrededor de 2003– se han popularizado en los últimos 10 años y según datos reportados por la Organización Mundial de la Salud, de 2008 al 2012 se duplicó su uso, por lo que se pronostica que para 2030 las ventas se multiplicarán por 17.
En otros países de Europa, como Suecia, el tabaco oral pasteurizado de bajo riesgo, es muy popular entre hombres, lo que explica las bajas tasas de mortalidad asociada al tabaco por la reducción de daños y riesgos por el tabaco que representan dichas alternativas de consumo.
Con resultados exitosos, la evidencia ha concluido que las personas que cambian el cigarro combustible por el uso de dispositivos sin combustión, reducen su exposición a cientos de sustancias tóxicas presentes en el humo del cigarrillo, lo que reduce significativamente su propensión a trastornos de salud en el corto plazo.
Con la correcta regulación de este tipo de productos, en países como México, que buscan avanzar en sus políticas públicas de salud para el control del tabaco, la reducción del daño podría lograrse al proporcionar a los fumadores fuentes más seguras de nicotina y tabaco, que sean sustitutos aceptables y efectivos del cigarro, la tercera droga favorita del mundo, después del alcohol y el café.
información:
Comunicado de Prensa
Científicos buscan cada vez más acciones y estrategias para que millones de fumadores abandonen el consumo de tabaco