El Lucas de Gálvez pestilente, sucio y en riesgo de derrumbe

Techos y columnas a punto de derrumbarse, suciedad por todos lados y locatarios temerosos de que se les hunda el piso donde venden sus productos es el principal denominador del mercado Lucas de Gálvez que según se observó necesita una urgente remodelación.

 Felipe Estrella, presidente de la Unión de Locatarios dijo que llegarán hasta las últimas consecuencias para acabar con estos problemas y este jueves convocarán a regidores de los diferentes partidos políticos para que constaten el estado que guarda este centro de abasto.

Sergio Nava Aguilar, otro líder de los locatarios, advirtió que si no son escuchados harán más plantones a las puertas de palacio municipal y si es necesario llevarán ahí  sus productos para ponerlos a la venta, pues están cansados de recibir largas.

La mañana de este miércoles, líderes convocaron a los medios de comunicación a una visita al mercado Lucas de Gálvez para constatar las necesidades en ese centro de abasto, construido según los locatarios en 1939 (hace 75 años).

 Gilmer Castillo Güemez, presidente de la Unión de Comerciantes de Mercados dijo que remodelar el área es importante, pero hay que especificar los tiempos para que no inicien los trabajos y dejarlos inconclusos “perjudicarían a todos los sectores del mercado, hay que especificar qué tiempo, cuando inician cuando terminan y si el tiempo les alcanza, porque el tiempo ya nos comió, hace rato que se comentó y no se hizo nada. Ya hablamos con las autoridades y nos dijeron que no hay dinero para hacer alguna obra por lo tanto las especulaciones que otros compañeros que están diciendo que se va a tirar el mercado, son borregos que se sueltan para alterar a la gente”.

Comentó que hay que tener en cuenta los tiempos, si derrumban todo y lo dejan inconcluso, mejor que no se toque, ya que sucederá lo mismo que la “pepita” que hasta ahora no se abre.

Carlos Ojeda Estrada, de la asociación “Benito Juárez García” dijo que en el área de pollos “tenemos un sumidero de hace más de 34 años que antes fue estacionamiento y ya  están podridas las columnas está  a punto de abrirse y tragarse a la gente que esté en ese momento y lo que  estamos pidiendo que se suelte el presupuesto para que se remodele el mercado que mucha falta hace. No es problema de ahora hace más de 25 años que lo estamos solicitando y no se ha hecho nada”.

Señaló que cuando llueve el sumidero rebosa y el agua pestilente invade el mercado, pero esto sucede porque están obstruidos los canales. El piso está frágil, dijo y si no se le da el mantenimiento adecuado muy pronto ocurrirá una desgracia.

Agregó que otro temor de la gente es dónde se les reubicará al momento de iniciar la remodelación y pidió sean llevados a la “pepita” de manera momentánea, mientras se terminan las obras.

Felipe Estrella dijo que ya se pidió la pepita al ayuntamiento “señores que nos presten provisionalmente la pepita para que los que hoy ocupan el sector donde es una bomba de tiempo, esto se tiene que hacer mediante una minuta para que no haya problemas. Ellos dicen que el problema es administrativo, pero eso ya terminó bien pueden estar los compañeros que están aquí pero hay negativa de parte del ayuntamiento”.

Durante un recorrido realizado por el reportero en ese centro de abasto se pudo constatar el estado del mercado, columnas y techos cuarteados, pisos sucios y falta de mantenimiento, basura por todos lados, puestos desocupados, en mal estado que dan un mal aspecto.

En el tianguis 1 donde se ubica el sector de recados no se cambian los ladrillos desde 1965 y éstos según los locatarios ya están cuarteados, similar aspecto muestra el área de pescado frito.

El tianguis 2, recibe a los clientes con cerros de basura, ahí no se filtra el agua de los techos, el problema es el mantenimiento, a diferencia del área de chicharroneros donde la cablería es  muy antigua y el techo  se llueve. El sector de los huaraches necesita limpieza, un cambio de piso y cablería.

Mientras que en el área de sorbetes y comida los locatarios se quejan de trabajar entre aguas pestilentes  y basura, principalmente cuando llueve y rebosa la fosa séptica. Una de las mejores áreas es la de los pescados y mariscos y el corredor de zapatos, ahí el único problema son los pisos que están dañados.