El 80% de la gente del campo vive en extrema pobreza
31 de octubre de 2014
Lo peor que le puede estar ocurriendo al campo mexicano en estos momentos es la venta de sus tierras para convertirlas en desarrollos habitacionales, que lejos de generar progreso logra todo lo contrario, manifestó en esta ciudad el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien recibió el reconocimiento del agrarismo mexicano José Molina Enríquez, en la categoría de servidor público.
La entrega del reconocimiento estuvo a cargo del gobernador Rolando Zapata Bello durante la clausura del XVI Congreso Nacional de Derecho Agrario en México y el Segundo Internacional, desarrollado en esta ciudad a partir del día 27 y que congregó a especialistas de varios estados de la República y de diversos países, que analizaron temas sobre el nuevo régimen jurídico agrario y leyes conexas, la ley de hidrocarburos y la ley minera, entre otros.
Convertir tierras en desarrollos habitacionales, dijo el homenajeado, se ha convertido en un fenómeno que sólo consigue que crezcan las manchas urbanas.
“Yo me pregunto, por ejemplo en nuestra ciudad, en Mérida ¿Cuál es nuestro futuro si las comisarias que nos rodean terminan siendo simplemente fraccionamientos? ¿Hasta dónde puede llegar de desaparición de la zona agrícola alrededor de Mérida, de la superficie disponible de cultivo? Las consecuencias que esto tendrá en el clima de la ciudad son perfectamente predecibles, significaría aumentar varios grados el calor de la ciudad, significaría aumentar en varios miles de millones los costos de electricidad” comentó.
El reto de hoy día es impulsar el campo y mejorar las condiciones en las que viven las personas que trabajan en él, ya que existe al menos un 30% de rezago entre estos y las personas que viven en las grandes ciudades, desde salud, empleo y educación entre otros, ya que el 80% de quienes habitan el campo están en condiciones de extrema pobreza.
La clausura del congreso estuvo a cargo del gobernador Zapata Bello, quien agradeció la presencia a los participantes sus aportaciones que ayudarán a conseguir el despegue del campo yucateco y de todo el país, para mejorar la calidad de vida de las personas que dependen de él y al mismo tiempo potencializar la economía en general.
“La dinámica de estos congresos fueron el análisis, la reflexión el debate, las experiencias compartidas sobre un tema tan importante para la nación, todo lo relativo a los nuevos escenarios del derecho agrario y fundamentalmente como hemos escuchado sus implicaciones en áreas para el desarrollo para la nación” indicó.
El campo mexicano conserva el 27% de la población, pero solo genera el 6.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Debido a la falta de oportunidades y desarrollo de ese sector, los campesinos deciden vender sus tierras y lo único que logran es acentuar su miseria.