Ecos del sismo del 19 de septiembre del 2017

21 de septiembre de 2017

Ecos del sismo del 19 de septiembre del 2017

La tarde de este martes no fue otro día cualquiera. Aproximadamente a la una de la tarde, cuando todo transcurría en normalidad, el terremoto de 7.1 en la escala de Richter trastocó la rutina de muchos y más allá de eso, les dejó una experiencia que será muy difícil de borrar.

Las historias son variadas. La tragedia les llegó a todos sin respetar profesión o cargo alguno.

Por ejemplo, Mario Padrón, de profesión community manager, no sufrió ningún daño por el movimiento telúrico. Sin embargo, no se conformó con ser un simple testigo de la pesadilla que se desarrollaba a su alrededor. Despertar del mal sueño no era una opción, sino había que vivirlo.

 “Se derrumbó una escuela y muchos ciudadanos se dedicaron a sacar escombros. Ahí estuvimos no sé cuánto tiempo, hasta que llegó Protección Civil, nos organizó, nos dio palas, hasta que comprobamos que no había nadie abajo”

Ya Mario estaba afectado por los efectos del terremoto y el derruido escenario que se repetía en cada esquina. Eso, lo llevó también a participar en las labores de rescate de un edificio que se había resumido solo en escombros.

“Alguien dice que por ahí que se cayeron unas capas. Logramos sacar a tres personas y luego lograron sacar a dos más”

Otro que tuvo su historia personal con lo que se vivió en la capital de la República fue el legislador yucateco, , Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, quien se encontraba en medio de una firma de convenio con el Colegio de Notarios de la Ciudad de México.

“Estaba yo justo pegado. Fue un problema salir, no se podía caminar bien, la alarma sonó un segundo después que empezó el movimiento, no te podía sostener de pie”

Ramírez Marín relató que en ese momento cuando el movimiento de la tierra era superior a cualquier intento humano, recibió la ayuda fortuita de otra persona

 “Me agarró del brazo creo que para no caerse o para ayudar y salimos juntos. Pero habremos salido gateando. Nunca había vivido una experiencia cómo esto”

El comunicólogo Oscar Mendoza fue otro de los yucatecos que ha vivido muy de cerca la tragedia de la zona central de la República. El sismo interrumpió sus actividades académicas cuando el reloj marcaba un poco más de las 13 horas.

“Comenzó a brincar la tierra y nos dimos cuenta de que algo no estaba muy bien. Creíamos que era un remolque pero luego vimos que no. Veníamos de participar en un simulacro”

Luego Mendoza, se percató que lamentablemente no era un simulacro. México tuvo memoria y recordó lo que había ocurrido el 19 de septiembre de 1985 y lo rememoró de forma activa, con otro sismo. El maestro en comunicación recordó que por un momento, la capital de la República se quedó sin ley, hasta que los propios civiles, decidieron retomar el orden.

“Era una lucha entre peatones y vehículos y luego un grupo de mujeres se puso unos chalecos y empezaron a controlar el tráfico, porque no había semáforos”

 

Cada uno de estos personajes relató su experiencia, su vivencia del 19 de septiembre, pero ahora habrá que diferenciar el año, y marcar una distancia entre 1985 y 2017. Sin embargo, la tragedia es compartida.

Nota escrita por

Ronald Rojas

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El terremoto de 7.1 en la escala de Richter no respetó fuero parlamentario o cargo alguno, sencillamente afectó a millones de mexicanos

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