Chapulines, las botanas de los foráneos en Mérida

25 de marzo de 2013

 Chapulines, las botanas de los foráneos en Mérida

Entre las céntricas calles de nuestra calurosa Mérida es imprescindible voltear a ver unas grandes cubetas de aluminio y lo que llama la atención no son los que están parados junto a ellas, es más bien su contenido, chapulines, mejor conocidos como grillos y algo más común, cacahuates.

Al momento de comer cada sociedad dictamina lo que es aceptable, ciertos animales son considerados tabú en nuestra cultura, sin embargo en Oaxaca se consume el mayor número de insectos, tales como la avispa comestible, el gusano del madroño, hormigas y varias especies de grillos.

Otros Estados entre los que el consumo de insectos también es una tradición están Guerrero, Morelos, Hidalgo y Chiapas, que a su vez han llevado esta costumbre a otros lugares, como el DF y hace relativamente poco están en Mérida.

Poblano de nacimiento y en busca de una fuente de trabajo, uno de los vendedores comenta que un amigo le dijo de la venta de grillos en las calles de Mérida, que es un buen negocio pues viaja constantemente para traer la mercancía.

Tras haber tomado la decisión, se dedicó a preparar los chapulines en casa, éstos se atrapan con grandes mallas en zonas de zacate alto y se siguen preparando como en la época prehispánica hirviéndolos unos minutos en agua y tostándolos en un comal.

"Para que lleguen a este nivel, tiene un proceso hay que hervirlos con limón y sal, después se fríen con ajo y cebolla, nada más y ya con chile y limón los preparamos" comentó.

El vendedor comenta que los locales no suelen comprar chapulines, como él prefiere llamar a los grillos, por lo que el producto está dirigido a visitantes que sí se animan a probarlos por curiosidad.

El negocio es redondo, ya que cada grillero prepara sus insumos y los traslada sin inconvenientes, además lo primordial es que ellos son independientes y no le rinden cuentas a nadie, conforme terminan la venta regresan a Puebla para preparar más insumos.

"En sí no tengo fecha, me voy cuando se termine y vuelvo a regresar, me voy cada medio año, 3 - 4 meses, en Puebla estoy 15 días, 20, una semana y me vuelvo a regresar" comentó.

Crujientes y picositos, los grillos son una de las botanas que hasta hoy seguimos encontrando en las calles de la ciudad, pero tras el reacomodo de ambulantes, la permanencia de estos singulares vendedores es incierta.

Ciertos animales son considerados tabú en nuestra cultura, sin embargo en Oaxaca se consume el mayor número de insectos, tales como la avispa comestible, entre otros.

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