Añoranza por el pasado madedero de colonia Yucatán

“De lo que había de lo que queda”.

El título de este capítulo es la esencia del libro “Colonia Yucatán: decadencia y migración”, obra que recuerda con nostalgia la bonanza que se llevó el desastre final de la industria maderera en 1975, como trabajo para hombres y mujeres, que hoy emigran para trabajar de meseros en Cancún mientras sus hijos se distraen en el alcohol en la comisaría tizimileña.

El autor del libro, José Antonio Ruiz Silva, destaca otras pérdidas añoradas como Cinema Trópico, símbolo de la vida social de la población fundada en 1938 por Alfredo Medina Vidiella y que está ubicada en el Oriente, entre los límites de Yucatán y Quintana Roo.

Después del cierre de aserraderos en la década de los años setenta, el número de habitantes de Colonia Yucatán pasó de 3,500 a 1,800 en la actualidad,precisa el escritor.


El libro “Colonia Yucatán: decadencia y migración” tiene un tiraje de 700 ejemplares, que se venderán en la librería de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Colonia Yucatán se fundó sobre la aldea maya conocida como Sinsimato, cuyos orígenes datan del año 1,200.
La obra dedica varios capítulos a protagonistas de la histórica local, como niños que hoy son adultos mayores, que superaron sus condiciones sociales y económicas de su terruño al dedicar mucho esfuerzo a sus estudios o su trabajo en Mérida.


José Antonio Ruiz Silva destaca que en el auge de la industria maderera estaba prohibido el ron en la comisaría de Tizimín. Sin embargo, el alcoholismo es actualmente un problema entre la juventud.