51 ambulantes invaden con su mercadería el Portal de Granos.
25 de julio de 2013
Desde siempre, el Portal de Granos de la calle 56-A ha sido un centro de venta por excelencia. A mediados del siglo pasado era el único sitio donde los meridanos podían conseguir insumos como maíz, frijol, salvadillo o cebada, y hoy, en pleno siglo XXI, amparado en la falta de vigilancia, da pie al comercio informal y al contrabando. Ahí es fácil encontrar diferente bisutería y hasta discos piratas y ropa interior.
El Portal de Granos cobija diariamente a 51 ambulantes, de los cuales 3 exhiben su mercancía sobre cajas de madera o plástico; 3, asentada sobre el piso; 37 se han modernizado y utilizan unas rejas, y sólo 4 lo hacen ambulando. Uno de ellos vende agua de garrafón, desde un conito o hasta rellenar una botella para continuar la caminata.
Por cierto, y para hacer más variada y atractiva la venta del Portal, hay alguien que comercia con la suerte. Sí, un sujeto que lleva consigo una jaula con pájaros canarios que por unos pesos te dice si el novio te engaña o quien sabe cuáles bienaventuras que vienen escritas en un sobre que los pajaritos eligen con el pico.
Algunos de los vendedores de a pie ofrecen chicharrones, una actividad que hasta hace algunos años era común ver en el centro histórico, y también helados.
Quizá ya no encuentre usted ni maíz, ni frijol, ni salvado ni cebada, pero sí hay en oferta lentes, relojes, cinturones, ropa, pulseras, bolsas, carteras, plata, celulares, gorras, queso, crema de concha nácar, mochilas, hamacas, agujetas y sandalias. Y si usted se queda sin efectivo, ahí mismo halla la solución a su problema: una casa de empeño se ubica uno de los locales, o más bien en la parte del fondo de un local, pues la de adelante está llena de sandalias, dulces, refrescos, juguetes, así como envolturas de regalo que se ofrecen a todo quien quiera comprar.
Ante la dura competencia, algunos de los comerciantes establecidos en el Portal se ven precisados a exhibir su mercancía en sus puertas, tal y como se hace en el Pasaje Yucatán, aunque en uno y otro sitio los paganos son los transeúntes que cada día tienen menos espacio para caminar.
Por otra parte, según testimonio de una informante, los fines de semana aumenta el número de vendedores informales en esa zona donde, un tal señor Manrique, supuesto dirigente del sindicato de vendedores ambulantes, renta espacios por 200 ó 300 pesos al día.
El Portal de Granos cobija diariamente a 51 ambulantes, de los cuales 3 exhiben su mercancía sobre cajas de madera o plástico.