Vence al cáncer, pero no al bullying
03 de noviembre de 2016
A pesar de haber superado el cáncer cerebral que le habían diagnosticado años atrás, la pequeña Bethany Thompson, de apenas 11 años, no pudo con la crueldad de los niños provocada por las secuelas de la enfermedad: una sonrisa “chueca”.
Así que harta de las burlas de sus compañeros de la escuela la menor decidió quitarse la vida de un disparo, para dar fin a lo que se había convertido en su complejo.
Según los diarios locales, la niña de Ohio, Estados Unidos, regresó de clases en el autobús escolar, después se dirigió al garaje de su casa y ahí cometió su suicidio.
Las autoridades informaron que horas antes de dispararse, Bethany habló con su mejor amiga y le confesó sus intenciones de dispararse, no sin antes despedirse de ella con un: “Te quiero”.
Nota escrita por
Subiria Duarte
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Una pequeña de 11 años, en Estado Unidos, se suicidó tras las burlas de sus compañeros por las secuelas que le dejaron los tratamientos