Un estudiante se convierte en pista del origen de disturbios contra Enrique Peña Nieto

04 de diciembre de 2012

Un estudiante se convierte en pista del origen de disturbios contra Enrique Peña Nieto

Poco a poco empieza a desenredarse la red de dudas que envuelve a los violentos enfrentamientos entre policías y jóvenes manifestantes que protestaron durante la investidura del presidente Enrique Peña Nieto en varios puntos del Distrito Federal.
El gobierno del Distrito Federal califica a los manifestantes de anarquistas. También ya se les considera “radicales”. Los vinculan con la Unión de la Juventud Revolucionaria de México, el Bloque Negro Anarquista, Cruz Negra Anarquista, la Coordinadora Estudiantil Anarquista y la Otra Campaña del EZLN.
Las autoridades y grupos de apoyo de los manifestantes ofrecen versiones, cifras e imágenes distintas de los hechos, cuyo autor intelectual aún no se revela.
Algunos medios difundieron a jóvenes tendidos en el suelo, inconscientes e inmovilizados. Otros sitios hablan de golpes en la cabeza, traumatismos craneoencefálicos y fracturas de brazo. Otros informan de manifestantes lanzando petardos, botellas con gasolina encendida y piedras a todo lo que encuentran a su paso. Se dice que le pagó 300 pesos a cada uno para crear desorden.
Parece que las autoridades intentan jalar un tentador hilo de la madeja. El estudiante potosino José Uriel Sandoval Díaz, quien perdió un ojo como consecuencia del impacto de una bala de goma durante los disturbios. Estudiaba la licenciatura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Los medios de comunicación y sitios de Internet han convertido a José Uriel Sandoval Díaz en el emblema de la manifestación que intentó reventar la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Su nombre de batalla sería “Carlos Yahir Valdidivia”. Integrante del movimiento Yo Soy 132.
Lo más cierto de todo esto es que una vez más a los jóvenes mexicanos se les ve luchando con violencia por ideas, ideas que posiblemente nunca han reflexionado y ni siquiera son de ellos. Y cuyos cobardes autores intelectuales nunca están dispuestos a pelear cuerpo a cuerpo por ellas. Para eso agitan a los más chavos. ¿No sé usted qué piensa?

Las autoridades y grupos de apoyo de los manifestantes ofrecen versiones, cifras e imágenes distintas de los hechos, cuyo autor intelectual aún no se revela.

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