Torneo de lazo, entretenimiento sangriento
30 de octubre de 2015
El torneo de lazo, un entretenimiento sangriento las más de la veces, ha ido avanzando en las preferencias de muchos en los últimos años y, salvo Mérida que lo ha prohibido, parece del agrado de las autoridades yucatecas, quizá por el ingreso económico que representa o, tal vez, ante la falta de espectáculos artísticos o culturales para la población.
Como informamos en la entrega anterior, ese torneo consiste en el ingreso de algunas decenas de vaqueros a un coso, donde se premia la suerte de poner el lazo en la forma correcta pero, ante el gran número de cabalgaduras –faltas por cierto de protección- el toro arremete contra los animales y no en pocas ocasiones los despanzurra, ante la algarabía del multicéfalo.
Organismos taurinos como la Unión de Ganaderos de Reses Bravas de Yucatán opinan que ese tipo de espectáculos no se pueden prohibir, pues forman parte de las costumbres y de la cultura de cada lugar. Sin embargo, cabe señalar que el torneo de lazo apenas lleva de 12 a 15 practicándose en el Estado.
Al parecer tuvo sus orígenes en Panamá, donde se practica desde 1976. Sus defensores afirman que deben respetarse como parte de los usos y costumbres de cada lugar, con lo que no está de acuerdo Ernesto Maurin quien la página electrónica Chanche.org publicó un artículo en contra y recabó miles de firmas en tan solo unas semanas para la prohibición del torneo de lazo en Mérida. A continuación la cita textual:
Durante muchos años hemos abusado de Toros y Caballos utilizándolos de una manera despreciable para el "entretenimiento" sangriento de unos cuantos y el beneficio económico de un grupo minoritario bajo la justificación de que se trata de "arte y cultura", pero bien sabemos que el Arte crea, no destruye, la Cultura exalta el espíritu humano, no lo envilece a través de la tortura y muerte de seres inocentes para la "diversión" de un pueblo que, más que sangre y tortura, necesita de educación para aprender a respetar toda forma de vida y evolucionar hacia una sociedad más empática en el trato a los animales.
Miguel Avilés Briceño, presidente de la Unión de Ganaderos de Reses Bravas de Yucatán, y principal promotor y organizador de espectáculos taurinos en el Estado, afirma que prohibir ese tipo de espectáculos es una decisión que afectaría a un sector importante de la población, más allá que si se lastima o se juega con los animales.
“Pues en un deporte o ganas tu o gana el otro, uno tiene que ganar. En este tipo de eventos, mucha gente trabaja, mucha gente vive del trabajo de los ranchos, de las fiestas, de los eventos, no te imaginas la cantidad de gente que depende de estos eventos, están los churreros, los paperos, los cerveceros, los que venden bolis, los vaqueros que cobran, los palqueros que hacen su palco ganan, cantidad de gente, más los que trabajan con nosotros en los ranchos que alimentan al ganado, los que transportan a los toros, el mismo gobierno se beneficia con los impuestos que pagamos, con la gasolina que utilizamos, ósea todo es una derrama económica, que beneficia tanto a seres o a personas de pueblo, como a el mismo Gobierno”, detalló.
Las posturas son diferentes, los defensores de animales alegan que los torneos de lazo son sólo crueldad animal, en cambio los taurinos asumen una postura que la argumentan basada en la idea que estos eventos son arte, son cultura y sobre todo son parte de una tradición yucateca.
A pesar de estas ideas en donde es evidente una diferencia de posturas, existen algunos ganaderos que comienzan a estar en contra de los torneos de lazo, debido a que aseguran que existen organizadores de estos eventos que suelen adquirir caballos a bajo costo para posteriormente dejar que los corneen dentro del ruedo, situación que da posibilidades de afamar al toro y da pauta a seguir obteniendo ganancias económicas aseguradas en los próximos eventos.
Así lo explica Felipe Rodríguez, un ganadero yucateco que se opone a los torneos de lazo. “Se pone de acuerdo un ganadero con un vaquero para que se deje destripar el caballo y le dan un dinero, pero por lo regular meten un caballito de no mucho costo, para que salga ganando el vaquero, es riesgoso porque también corre peligro la vida del vaquero, no solamente eso”.
Sin embargo esta situación no termina ahí, Felipe asegura que también los toros son condicionados con toques eléctricos para exponenciar su agresividad:
“Se han dado que le ponen por ejemplo toques por medio de control remoto a los toros, para que cuando esté cerca el caballo brinque y quiera cornearlo, una cincha que le ponen en la barriga del toro, pero tiene corriente, entonces por medio de un control remoto se maneja”.
Añade que en ocasiones a los cuernos del toro les ponen una fibra de vidrio para lastimar con más facilidad al caballo:
“Y otros que le pusieron fibra de vidrio a los cuernos, porque los toros ya estaban embolados, ya estaba muy grueso el tarro, uno les ponen punta, otros le sacan punta con la fibra de vidrio que para mi punto de vista no es legal, ya se busca la forma de lastimar al caballo”.
En breve les daremos más información sobre el tema, y hablaremos de cómo se manejan las cosas para que los caballos mueran dentro del ruedo.
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Organizadores perversos montan el espectáculo, las más de las veces truqueados para el deleite de la concurrencia