Se gradúan niños y niñas del CRIT

Con gran nostalgia y mucha felicidad, 90 niñas, niños y adolescentes dijeron adiós al Teletón, todos ellos y ellas se graduaron después de haber cumplido con sus terapias y procesos de rehabilitación.

El festejo inicio con una misa, posteriormente cada pequeño cruzo por la alfombra roja, donde todos los papas se reunieron y comenzaron a aplaudirles uno a uno.

La emoción se hizo presente, saben que su graduación del Teletón es el fruto de su esfuerzo, y aunque van a extrañar las instalaciones, a sus médicos, psicólogos y demás compañeros, se van muy contentos por las nuevas etapas que vienen y por todo el trabajo hecho.

Jacob, llego a los 10 años, fue diagnosticado con espina dorsal bífida lo que le impedía  ser un joven independiente.

 “El primer día llegue entusiasmado por saber que iba a pasar conmigo, entonces al entrar me sentí en familia, todos los terapeutas me recibieron muy bien”.

Han pasado 8 años, y Jacob ha concluido con sus terapias, dice que se va como un joven independiente.

 “Hoy me voy alegre, nostálgico, con muchas experiencias, me voy extrañando a todos los terapeutas, me voy satisfecho y feliz, por haber logrado una independencia física, emocional y personal”.

Su mamá Blanca Isabel González Canche, al igual otras madres dice está muy orgullosa de  su hijo

 “Me siento muy contenta y tranquila, feliz, Jacob es independiente, estamos muy agradecidos con el CRIT, y ahora ya es totalmente independiente, gracias a Dios y a todos los que nos apoyaron”.

La fiesta se pudo hacer gracias a los patrocinadores locales, algunos dieron refrescos, mesas, unos más globos y otros el equipo de luz y sonido con el cual se armó un gran baile entre todos, así lo confirmo Suria Ortegón Novelo, subdirectora de Relaciones Publicas.

 “Esta fiesta no sólo para ellos, sino también para sus padres, el objetivo es celebrarlos porque han concluido de manera exitosa, festejo se hace una vez al año, y es necesario decirlo que se logra gracias al apoyo de los patrocinadores quienes con su enorme corazón nos apoyan”.

La fiesta se volvió un micro-universo, en donde todos se aceptaban tal y como son, todos se saludan, no había malas caras, por el contrario todos los niños con sus padres bailaban, otros desde su silla de ruedas movían la cabeza o las manos, no importaba el cómo, lo importante para ellos y su familia era disfrutar que estaban vivos, y que los problemas sólo son eso, problemas a los cuales no hay que darles mucha importancia.

Felicidades a todas y todos los graduados.