Regina y el crimen organizado

04 de junio de 2012

Regina y el crimen organizado

Viernes de la Regina y de limpieza en casa. Brevemente vestida, con un escote que dejaba entrever su ombligo. Recién cumplidos los 40, veo con insatisfacción y tristeza que si de niño me acusaban de tener trastorno por déficit de atención, ahora presento un trastorno por déficit de “asención”. No es que la libido haya desaparecido; es que toda su energía se canaliza ahora al crecimiento de los vellos en orejas y nariz. “Don, le quiero pedir consejo”. “Dime, Regina” “Es que mi hijo Sábado me dijo qué quiere ser de grande y quería preguntarle qué recomienda. Quiere dedicarse al crimen organizado”. “¿En el sector público o en el privado?” “Es lo que no sé, Don”. “Es más seguro el sector público, no acaban en la cárcel”. “Pues no sé, Don. La semana pasada estuvo de gira un funcionario público. Visitó la cárcel. El director del penal le pidió públicamente recursos para mejorar las instalaciones: aire acondicionado y televisión en las celdas, servicio de catering por las mañanas y una piscina”. “¿Y qué dijo el funcionario?” “Que sí; pasando las elecciones mandará los recursos. Después visitó una escuela pública. La directora le pidió recursos para comprar bancas, pizarrones y un techo de lámina para el patio donde juegan los niños”. “Y seguro aceptó”. “Pues no, Don. Les dijo a la directora y padres de familia que no había recursos, que tendrían que esperar”. “¿Cómo?” “Yo estaba ahí, Don. Cuándo se iban, uno de sus acompañantes le preguntó: 'Oiga licenciado, porque al reclusorio sí y a la escuela no'. Y contestó: 'Gutiérrez, es casi imposible que pongamos un pie en la escuela en un futuro, pero en la cárcel…' ” “Cínico… No puedo creerles a los diputados, senadores, gobernadores o presidentes. Cuando son buenos y se les nota, lo son no por lo que son, sino a pesar de lo que son”.

¿En el sector público o privado? @glambarry

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