Post debate.

El lunes por la noche, el IPEPAC organizó el debate entre candidatos a la gubernatura coordinándose para su transmisión con la Cámara de la industria de radio y televisión, tal y como lo indica la ley.
Durante el debate no ocurrió nada fuera de lo imaginable. De lo más relevante fue la sorpresa de la presencia de la candidata del Panal porque muchos ignoraban su participación en la contienda electoral.
Eric Villanueva Mukul salió satisfecho de su actuación. Explicó que decidió leer sus propuestas porque estas fueron puntuales y no generales.
A Joaquín Díaz Mena se le vio a gusto acusando al candidato del PRI por complicidad con el gobierno del estado.
Por su parte, Rolando Zapata Bello aprovechó el tiempo para presentar sus propuestas y le alcanzó para esquivar los golpes de sus adversarios políticos y hasta para revirarles de manera contundente.
Sin embargo, estas pinceladas sobre el debate nos dejan muy lejos de juzgar quién ganó. Para definir un ganador se requiere hacer encuestas y la ley electoral de Yucatán dice que ya no es tiempo de hacerlas. Por lo tanto, para efectos prácticos, el ganador será quien gane la elección.
Mientras tanto, el PAN dice que cortó orejas y rabo. El Movimiento Progresista asegura ser el cambio verdadero y el PRI luce tranquilo, seguro de su trabajo intenso y permanente, cercano a la gente.
Pero que la ley en Yucatán ya no permita difundir encuestas para candidatos a puestos estatales no implica que no podamos conocer las encuestas a presidente de México, que se rige con leyes federales. Resulta que de manera más que sorpresiva, Enrique Peña Nieto elevó su ventaja a 20 puntos en la encuesta GEA/ISA, dato que ha sorprendido a más de uno y que tiene a muchos siguiendo a diario los resultados de esta casa encuestadora. Veinte puntos de ventaja son muchos puntos cuando tan sólo faltan 10 días para la gran depuración.