Nyleros se reportan listos ante la temporada de lluvias

Alguna vez se han preguntado, ¿de dónde salen esos hombres que se la pasan pregonando la venta de nylon para protegernos de la lluvia? Resulta tan raro pero a la vez tan chistoso que de pronto, sin darnos cuenta y cuando menos lo esperamos aparecen y no uno sino muchos, así como las hormigas cuando salen del hormiguero cuando uno lo pisa sin querer.

Juan Carlos Espadas, quien vive en Kanasín, es uno de los tantos vendedores de nylon a quien se nos ocurrió preguntarle, ¿cómo le hacen para aparecerse de la nada y vender los nylon? Respondiendo que es como un extra para él y sus compañeros; las bolsas de nylon que le sobran de su mercancía las guardan para la temporada de lluvias, las adecuan con capucha y a la medida para que puedan vender, también optan por comprarlos ya hechos.

El paquete de 100 le cuesta 70 pesos, cada nylon lo vende a 5 pesos; un día lluvioso puede llegar a vender hasta 30 nylons, es decir 150 pesos.


Don Juan Carlos, padre de familia de dos hijos, una adolescente de 14 años y un niño de apenas un año asegura que esta es una buena entrada porque como vendedor de juguetes y bisutería a veces a duras penas alcanza para comer.

Ahora ya sabemos de dónde salen estos vendedores, son los mismos comerciantes que ya están preparados para cuando llegue la lluvia.