No es indispensable jurar como presidente en el Congreso de la Unión

Desde que el 1 de diciembre de 2006 un grupo de diputados federales perredistas intentó impedir la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de la república, esta ceremonia ha sido motivo de máxima atención nacional en los medios de información.
El relajo en el Congreso de la Unión provocó que muchos pensaran que al no registrarse la protesta o juramento constitucional quedaría vacante la Presidencia y con ello un vacío de poder.
Para algunos juristas, el presidente electo asume el cargo y sus responsabilidades constitucionales en el instante de la protesta. Para otros especialistas, el juramento es un sólo un acto solemne que no es indispensable para iniciar una nueva gestión presidencial.
En el artículo 87, la Constitución de 1917 señala que al tomar posesión, el presidente jura ante el Congreso de la Unión que guardará y hará guardar la Constitución y desempeñar el cargo presidencial.
El doctor Elisur Arteaga apunta que si la fórmula de protesta que indica la Constitución no se pronuncia al pie de la letra, no se invalida el juramento. Si se omite tampoco se anula el acto. La Constitución sólo indica que rendirá protesta ante el Congreso, lo cual puede hacerse por escrito.
Especialistas de la UNAM precisan que no es necesario rendir protesta físicamente, pues jurídicamente el presidente de la república inicia su gestión el primer minuto del 1 de diciembre, con o sin protesta.
La Constitución en su artículo 83 establece que el presidente entrará a ejercer su encargo el 1 de diciembre. Por tradición, la protesta de protocolo se lleva al cabo el mismo 1 de diciembre ante el Congreso de la Unión. No reconocer como presidente a quien no protesta sería como anular la voluntad popular expresada en las urnas.