Discreción, indispensable en la prostitución masculina
18 de septiembre de 2015
Entre las muchas actividades económicas que se desarrollan en el centro de Mérida, una de ellas es el comercio sexual masculino; sus calles y algunos comercios suelen ser escenario de esta actividad principalente en horas de la noche.
Muchas son sus historias y preferirnos que usted las escuche directamente de los protagonistas. Uno de ellos, Alfonso, nos hace las siguientes confidencias:
¿Cómo te iniciaste en este negocio?
“Pues conocí a unos amigos que lo hacían, y pues al ver el dinero fácil y que puedo conseguir todo lo que yo quiera, pues como que empecé a hacerlo, y pues comencé a comprar sexo, es como que abiertamente lo puedes encontrar en cualquier lugar, desde el parque principal de Mérida, en las redes sociales o en los puentes de periférico, en cualquier lugar puedes encontrar sexo, ya sea por ciertas cantidades hay de todo, hay desde hombres casados, mujeres, travestis, de todo hay. Y lo comencé a hacer porque se me hace como una manera fácil, simplemente para satisfacerte a ti y sin tener que dar explicaciones, igual como que lo prohibido es como lo que llama la atención, ya sea con tu pareja o con la persona que quieres, porque allá te puedes desinhibir totalmente”
¿Cuál es la dinámica que siguen?
“Pues en sí, ves a la gente, hay una parte especifica en donde se sientan las personas, ósea te ven, ves tú preferencia sexual y en seguida pues ellos se acercan, o tu te acercas a preguntarles.
Como que fácil porque tampoco se ponen a pensar, van a grano ¿quieres sexo? Te cobro tanto, vamos al hotel e incluso hay hoteles en el centro que te cobran, 100 pesos por la hora o 50 pesos por la hora y vas lo consigues y listo”.
¿Conoces a alguien que controle la prostitución?
“En el centro no conozco gente, pero en los puentes de periférico si conozco gente que como que le cobra como que cuotas a las personas que se prostituyen, es como que su mami o su padrote que si le pedí como que un aporte para que se puedan parar ahí a venderse.
El dinero me lo daban mis papás, o sea yo estudiaba y yo iba a comprar el sexo, realmente es como que la necesidad de ver que es algo común entre toda la comunidad de ir y pensar, pues realmente soy homosexual y todo tiene que ir en base a sexo, y pues como mis amigos lo hacían, pues yo igual, era como una moda, pues no costaba mucho y como que lo puedes conseguir fácilmente”
¿Y hacías eso con regularidad?
“Pues en si eran como dos veces a la semana que compraba el sexo”
¿Cuánto se paga?
“A los señores adultos, a ellos como que les sacan más dinero, a ellos le depositan cantidades enormes, o le pagan más de la cuenta para que no hablen de ello. En cambio como que a los de edad como de 18 a 20 es un costo normal”.
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Quizá tiene un denominador común: la discreción de quienes entre compradores y vendedores